Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2023

Toda una vida inconsciente.

Imagen
Como todos los grandes perezosos se pasa la vida haciendo catálogos de obras que nunca escribirá; y según les ocurre también a los abúlicos, cuando son apasionados e imaginativos, para no estallar, para no volverse loco, casi a hurtadillas, al margen de sus grandes proyectos, todos los días escribe un poema, un artículo, una reflexión. Dispersión y tensión. Todo marcado por una misma señal: esos textos fueron escritos por necesidad. Fernando Pessoa: el desconocido de sí mismo. Octavio Paz. El faro parece tener más raíces que el árbol El avión de cara al puerto se estremece más que el albatros El conductor del taxi rodeaba glorietas y ningún manantial por debajo de las avenidas Sus limpiaparabrisas son nuevos pero las gotas de lluvia siguen cayendo empañadas    En el malecón la locomoción de los lanchas desplaza al latido en la voz de los vendedores Dura más la lujuria en los motores que en la sal de una banderilla de pulpo En el reloj de pared cuando la aguja es la una de

El salón de la fama de los perdedores.

Imagen
 “El yo es lo que queda / de la tempestad / de ser uno mismo / y no serlo ya” Doble fondo. Jaime Siles.  Entro a casa y me derrumbo Mientras tiemblo carcajeo a ras de suelo del vacío   Me he vencido y he vencido junto a mi a la esperanza de mis tardes   por más tardes siendo tarde   Cien mil días en la calle tomando de esta tierra   su núcleo detenido y el olor a queroseno   Todo este desorden es mío y es mi versión oficial en canal de mi cuerpo a tierra cuando hay luz de incendio   que trae la memoria     Quisiera ayudarme e intento explicarme por qué nadie tiene respuestas a nada No puedo evitarlo las causas perdidas también somos gente   Todavía me amo con la compasión del grito de auxilio porque poco a poco nadie más me ama He tirado el oro gastándolo en verbos que no resistieron   No sé si han sido muchas No sé cuánto es demasiado para alguien más   Sé que no pueden ser pocas las veces que me he sentado

Dos silabas.

Imagen
  No. La conversación fue languideciendo, rota por el esfuerzo baboso de ir más allá de las palabras. No ocurrió nada. Viaje al fin de la noche. Ferdinand Céline Por qué te sigo llamando No debería hacerlo más parece que atiendes con una risa burlona que dice : Hey Tú Aun no termino de quitarme la viscosidad de tu última llamada   Por supuesto que lo primero que pienso es que son ideas mías debería poner más atención en tu cabello reluciente al otro lado de la vida   y cubriendo en su espesor el teléfono móvil o concentrarme en los golpes que estarás dando con los puños   en la mesa     Apenas mi respiración se normaliza y me abrazo a mí mismo en tu nombre dices cosas que me enfrían : Ahora es tarde He tenido un día increíble   Nunca probé una carbonara como la que hacen acá La idea de regresar me hizo despertarme con sudor frío   Por qué te sigo llamando Odio molestarte y me pone profundamente seco saber que lo hago Insisto y no ti

14 de febrero viendo White Lotus.

Imagen
  Estoy demasiado cerca, demasiado cerca. Oigo el silbido y veo la escama reluciente de esta palabra, petrificada en abrazo. Él duerme, en este momento, más al alcance de la cajera de un circo ambulante con un solo león, vista una vez en la vida, que de mí que estoy a su lado. Estoy demasiado cerca. Wisława Szymborska Aún hay mucho que arreglar A la mañana se le apoderan los horarios de tráfico Hora pico y horas bajas se intercalan como cangrejos traslucidos     Hay conceptos entendidos de discordia que con cada avión aterrizan en los aeropuertos Tú no tuviste nada que empacar   pero ambos llegamos volando   Durante la noche como puedes ver en mi lengua blanca abrieron los muelles a las olas la soledad y el naufragio Parece un problema menor que los botes choquen entre ellos sin más referencia que la costa pero es un espectáculo por el cual tarde o temprano tendrán que cobrar   Los gatos engargolados en las ventanas esperan las charolas de fruta picada que no probarían antes qu

A la calle.

Imagen
  Una palabra Que de seguro es Como una espada Que ha gastado La funda La despedida. Frank Stanford Fuera de mí por favor y sin nombre lo más lejos posible de esta vergüenza A donde no quede un rastro de ninguno de los días apretando los dientes y avistando una a una las miradas que anudaron sin saber que yo me hundía    a través de sus pupilas dilatadas animándolo al olvido   Quiero ir a mi cansancio sin oír que estoy faltando a mi palabra por decir que era posible un pez dorado Odio ver en televisión como se invoca por la justicia sosteniendo culos de niños en las manos para castigar la ausencia de soldados desaparecidos       Atraviesa mil kilómetros de gente y lleguemos Recuéstame sobre el agua como a un lirio que regresa de abrir con apenas intención de contenerme   Hace tiempo vine acá y venía huyendo Tú lo sabes Llegué solo con mis manos atacadas por urgencias de sentir y así lo hiciste He creído en lo que hoy

Derek.

Imagen
    El cisne se fundió con el cielo. Me esforcé por hallar palabras que expresaran mi noción de él. «Cisne», repetí, no enteramente satisfecha, y sentí un cosquilleo, un anhelo curioso, imperceptible para los transeúntes, mi madre, los árboles o las nubes. Éramos unos niños. Patti Smith. Puedo decirte que sí se me rompió el paladar pero el corazón no se rompe ese es un cuento infantil Los corazones son radios y sintonizan rugidos entonces dicen que sí a lo que mueve montañas y hace llorar a los lobos   Ahora que ya tienes novio que tiene el nombre de un jefe y te permites el fuego que hace quemar a las sombras Abre la flor del subsuelo para que bailes al ritmo que en el adiós liberamos como diciendo un silencio   ¡ Qué vista el alba al deseo ! ¡ Qué se pregone el galope ! Se lo encomiendo a los perros los que no ladran al verme los que te cuidan a ti y son reflejos del agua cuando se alegra corriendo     Puede que sienta que pie

En este sector de la ciudad.

Imagen
  Aquí yace Bob Dylan, asesinado por la espalda por carne temblorosa que, después de ser rechazada por Lázaro, saltó encima de él por soledad, pero quedó maravillada al descubrir que él era ya un tranvía. Ese fue exactamente el fin de Bob Dylan. Ahora yace en el salón de belleza de la Srta. Realmente que descanse en paz. Tarántula. Bob Dylan. En este sector de la ciudad se inunda el mar con aguas inconexas que atraviesan impunes cables de alta tensión   El olvido rastrea y la memoria divaga   En este sector de la ciudad se descubre que nada tiene sentido no pides la hora ni naces con pan bajo el brazo     Mi madre se duele por un recién nacido con casi medio siglo de duelo postrero rastrero chatarrero zarabutero y cervecero   En este sector de la ciudad reina el perdedor y una posdata revela coartada : miré arriba cuando fui lo que pasó a través del cielo cerrado   En este sector de la ciudad importan la luna al downtown de L

Cinco de febrero.

Imagen
  Al cabo de un rato, en un susurro, me dirijo a mi mujer con la esperanza de que pueda oírme, a muchos kilómetros, al otro lado del mar. «¡No flaquees!», le digo a mi mujer. «Sé fuerte», le digo. «Somos millones en todo el mundo, respirando como tú esta noche» La canción de la bolsa para el mareo. Nick Cave. De vuelta a casa hoy por la mañana la luna redonda detrás de la niebla me daba el semblante de un río en el cuento que fue y ya no es   Son las dulces maneras del sueño que ata con irse las que me dejan andar y seguir sin haber dormido y un poco extravagante   Hoy no importan mucho los hombres lobo que en mi infancia ahuyentaron al sheriff y formaron el mito con lo que no todos ven   Quizá en su desuso comunes licántropos se vuelven manadas para el día a día de su intrascendencia hoy aquí   Yo igual me estoy yendo   y soy como esos Quería ser alguien que jamás cruzaría palabras con este que soy y empieza a borrarme Fallido me privo de queja como cortesía     Cuando baja el cie

Como algunos poemas.

Imagen
  Hago esta canción para ti, Señor del Mundo, que lo tienes todo, menos esta canción. La energía de los esclavos (32). Leonard Cohen Fue cuando estaba sola A mí que pasaba buscando monedas no me iba a contar que era su secreto más tomas en falso del cielo por dentro   Tomó mis dos manos y me hizo bailar como giran las notas para abrir en pares las fases lunares que sabemos son nueve y estuve en su piel como un copo de hielo que toma consciencia del sol que se acerca   Fue cuando estaba sola sin los alivios de antes sin ni siquiera su historia Por los labios anclada al silencio de olas sin playa como algunos poemas   Qué feliz me hizo a mí que quisiera charlar de una extraña aventura que se había terminado ahí mismo cuando la interrumpí   Se sentía como amor al mirarla mirando con el alma guardada en un banco de peces   Quizás fueron sus sombras las que hicieron las luces para que iluminara el volcán de paseo p