Dos silabas.
No. La conversación fue
languideciendo, rota por el esfuerzo baboso de ir más allá de las palabras. No
ocurrió nada.
Viaje al fin de la noche. Ferdinand Céline
Por qué te
sigo llamando
No debería
hacerlo más
parece que atiendes
con una risa burlona
que dice :
Hey Tú
Aun no termino de quitarme la viscosidad
de tu última llamada
Por
supuesto que lo primero que pienso
es que son
ideas mías
debería
poner más atención en tu cabello
reluciente
al otro lado de la vida
y cubriendo
en su espesor el teléfono móvil
o
concentrarme en los golpes que estarás dando con los puños
en la mesa
Apenas mi
respiración se normaliza
y me abrazo
a mí mismo en tu nombre
dices cosas
que me enfrían :
Ahora es tarde He tenido un día increíble
Nunca probé una carbonara como la que hacen acá
La idea de regresar me hizo despertarme con
sudor frío
Por qué te sigo
llamando
Odio
molestarte
y me pone
profundamente seco saber que lo hago
Insisto y
no tiene sentido que insista
No es que
hayas sido extraordinariamente calma
pero fuiste
de algún modo amable
Seguiste aquí
durante unos días
a pesar de
tu mente sin poder comprender la mía
Es triste
tener que admitirlo ahora
en un
maldito poema que nunca llegara a poesía
Casi he podido
inventar que marqué por error
pero fuiste
de algún modo amable
y me has
dicho que nunca nada es un error
Me
avergüenza querer que sea cierto
que siempre
estarás para mí
y que no serás
como esta cerveza
que me ha
durado menos que nuestra platica
Con la
botella vacía entre los dedos
noté que no
recordaba uno solo de los tragos que te di
En fin
Disculpa Cuídate
No me
hables más de Céline ¡ No a Céline ! ¡ Viva Céline !
Pedid al gusano
también que sea valiente: es rosado y pálido y blando, como nosotros.
dijo Él o
Tú o Yo
Ya no
reconozco las diferencias
nunca las
reconocí
Mi hermana
Pamela me ayudaba a señalarlas
para que
los demás no lo notaran
pero ni una
vez aprendidas las aprendía
Son
diferencias Cómo iba a entenderlo
Te dije que
no sé por qué te sigo llamando
Te prometí
que no habrá próxima vez
y al final
he dicho adiós.
Omar Alej.
Comentarios