Quizá por eso.

[…] fueron borrándole vocales, fueron matándole sílabas y suspiros, la arrugaron e hicieron un pequeño paquete, que destinaron cuidadosamente a sus desvanes, a sus cementerios, luego se retiraron, uno a uno, enfurecidos hasta la locura porque no fui bastante popular para ellos, o impregnados de dulce menosprecio, por mi ordinaria falta de tinieblas. Oda a la crítica. Pablo Neruda. Yo era un niño poeta sentado en mi costa que era una banqueta que daba de frente al asfalto quebrado que espera por tardes de charcos Pulsaba palabras en alrededores como si la vida fuera de ese instante ya no fuera vida Las flores Las nubes Las lluvias Los parques Los juegos Los portales Las sillas Las frutas El sol La comida Las alas Las telas Los perros Los gatos La dicha Los llantos La miel Los limones Las cartas de la lotería Mi madre Los patios La escuela Los libros Las chicas Los hombres Las fiebres y las fract...