Amor mío, te oigo caminar por la ciudad. Ultimos tiempos. Michel Houellebecq . En la tierra que nos desconoce y sin dioses Señalados por las rocas y la hierba en cualquier estación de gasolina con atracadores sin armas y cámaras de seguridad sin película   Me miras y te miro con nuestros antepasados en silencio condenados a la huida Sabemos que caminamos sobre alcantarillados madrigueras y minas por igual Desposeídos con el abismo en la mirada y el latido entre redobles de ansiedad   Contigo quiero perder toda esperanza Mi necesidad consumirá cada mañana como un depredador cautivo por terribles profecías y volveremos a empezar hasta cuando . . .   Tú has sido capaz de amarme y pronunciar mí nombre aun teniendo en los labios la boca de niños diciendo que eran capaces de todo que el mundo era suyo   He podido aguantar el hierro candente de tus deseos en sus perversiones Ellos barcos cargados con ...

 […] barcos que no pude comandar, hoy los traigo de vuelta para dejarlos navegar eternamente, no en maqueta o en balada, sino donde naufragaron y se hundieron. Las flores que dejé en el suelo. Leonard Cohen. Para tantos otros y nosotros que vivimos de la calle la ida y vuelta de los mares De conciencia los cerrojos no eran más que conocer que en la suerte hay avatares e imposible es descocer  del mañana los despojos de una flor que fuera un valle   La libertad era un gris que se desnuda    Todo el parque estaba herido transpiraba como el luto de una viuda y mojaba como inunda lo perdido pero al vernos ser contrarios al certamen de elegido por el buda de ocasión en ya marchitos calendarios   nos brincaba el corazón hasta el olvido y solita desde el sol venía la ayuda   Qué emoción más asfixiante fue el amor al destruirnos Ningún parte de horizonte que marcara en la pantalla   con la marca de los...

  No admito ciertas creencias que dicen que no hay nada en el ocaso, donde nuestros antepasados imaginaron a la muerte siguiendo a su pastor, el sol; o nada más que vagas presencias casi como si no se movieran. Los bosques encantados. W. B. Yeats Pic.By. Sapkin. Nos vamos a hundir mucho más allá del dolor encontrarnos barrio adentro   con la derrota y el merodeador que recoge latas y vidrio del tacho - basura   El viento exiliado de las torres exige que la bruma arrastre a los que se buscan La sabida envidia tiene policías toman pastillas y nunca descansan   Si alguna vez has sentido un gancho de acero estirando tu piel como una grúa cruel desde la avenida Esa solo será la primera Eris que nos lame el culo tras la cacería     Entonces más te amaré la cara rota el vaso quebrado y la chaqueta de cuero cubierta por la ceniza   que nos convierte en gatos mojados   Iguales a aquellos amantes qu...

  […] Pero su arte trasciende y se sitúa fuera de los cánones de la música de confort para un mundo globalizado. Se vuelve más específico y original. Busca el error casi como un místico. Funda una mística, como todos los grandes artistas. Nos hace repensar el sentido de un arte salvaje, todavía posible. Un arte vivo, que destile odio y humor, pasión y amor, y que nos intime a ser más inteligentes y volver a descubrir el mundo en el que vivimos. Diario de viaje (about citizen García). Fito Pez. Puedo ver que te estoy viendo   al sonreír y en tu sonrisa veo a un niño que va envuelto con el signo de los tiempos y resacas     Tribu y hombre puesto al mango en la actitud que revoleando la cabeza    me proyecta hacia la calle a la búsqueda del fuego en el color de las miradas de la gente   Verte al piano en la pantalla defender que sí hay verdades más allá en las estrellas dentro mío Cuando dices que hace sol y qué a...

  Hace muchísimo tiempo que sobrevivo. Tiene gracia. Recuerdo muy bien los tiempos de esperanza E incluso recuerdo mi primera infancia, Pero creo que es éste mi último papel. La grieta. Michel Houellebecq Qué de qué va mi dolor por mi es el color y para mi es la materia en la que se disfraza la duda breve en el rocío que causa la poesía   Si estoy lejos si estoy cerca el dolor me recomienda entregarme y no luchar   Y de estar solo doliendo solo entre tantos dolores que se han conjugado en nombrar juntos el sol también se trata esperar   Llegó porque yo fui sin saber lo que era y si tiene que ser ojala sea un sonido apenas perceptible por mis huesos y me mueva antes del fin hasta el inicio   No sin considerarlo algo suyo con las constelaciones más ocultas   Mi dolor sea la mascara en un rostro que lloró y ha aprendido a llevarla para que se alivie ante su reflejo   Tranquilo...

  Vivimos bajo la influencia de divinidades inciertas, <<el camino que nos hicieron seguir aquellas chicas era absolutamente engañoso, hay que añadir que llovía>> como probablemente escribe Nerval en alguna parte, en aquel tiempo yo no pensaba en Nerval con mucha frecuencia, sin embargo se había ahorcado a los cuarenta y seis años, y Baudelaire también había muerto a esa edad, no es una edad fácil. Serotonina. Michel Houellebecq Uno se va algún día se saca de encima la envenenada música del color   La calle tiene sitio para todos bajo los puentes hay ángeles en los bancos de los parques cadáveres de ángeles en los garajes de los moteles las peste de los genitales de los ángeles y ángeles más o menos en desgracia en las barras de los bares que resisten como un tigre herido dentro del espejo   No voy a decirte qué hacer pero si te vas Si recuerdas que no tienes por qué aguantar más infidelidad que la tuya propia y abandona...