Cumpleaños Mamá.
No somos nada, nadie, madre.
Es inútil vivir
pero es más inútil morir.
Doña Luz XVII. Jaime Sabines.
Aquel día
del cumpleaños de Mamá
preparamos las
maletas
cargadas con
promesas
que se
borran y dibujan con el aire
de las alas
de los patos salvajes
que migran
en otoño
Para nuestro
viaje
al centro
del fuego
y conocer
el destino de nuestra carne
y nuestros huesos
Mamá nos advirtió
de no
olvidarnos de que estábamos cubiertos
por la lluvia
de colores
que a
través de los caminos
serpenteaba
en las ventanas de autobuses
hacia el
pan de cada día
Justo antes
de llegar
y para el
momento exacto
de tener
que convertirnos a trabajos
en la máquina
del tiempo
Mamá dijo
una plegaria
y dio las
gracias
con los
parpados cerrados
para adentro
Revelando de
aquel modo
la misión de
presentar
en solo un
banco de estación
la semilla
de ciudades
que esperaban
con las luces encendidas
para que no
nos devore
la más
densa oscuridad
¿ Qué días
quedan
de los días
que se han ido ?
Le debía de
preguntar
porque sé
de la respuesta que me da
si tengo
miedo :
y no culpes de tu suerte a
los demás
Las dos
noches que conozco
fue una sola
Y la sueño
cuando no
puedo dormir
Empezó por
la mañana
con Mamá salando
algo
para mi que
todavía la venero
Terminó saliendo
el sol
y Mamá nos
comentó
que en
aquel frío se hablaría de nosotros
algún día
Sus cumpleaños
duran más
que las aguas
que en el centro del desierto
no tuvimos
Omar Alej.

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