Tener que tomar así el café

 

Las olas lo alejaron, y muy pronto se perdió de vista en la oscuridad y la distancia.

Frankenstein. Mary Shelley.


Yo no hablo de vivir

de eso uno sabe poco

aprende tarde

y al final

si estás vivo

solo es vida lo que hay

 

Es la locura más sutil

la que lleva a la locura

a grandes rasgos

 

Y de esa historia de vivir

como si la vida no fuera ya por defecto  

un estado continúo de incandescencias

hablan los cursis

 

Si me animo

Si paso el trago amargo

de sentirme en posesión

de algo de estilo

en lo que digo

 

Lo que yo hablo es que quiero resignarme

a que hay tiempos que ya fueron

y me quedan aún millones

de minutos por delante

en los cuales veré rotas

tantas cosas que me empeño en conservar

 

O ya no

y simplemente al caminar

podría ser que mi torpeza

se dé un beso

con la placa de un camión

que vende helados

 

Y es jodido

tener que tomar así el café

tener que tomar así el teclado

tener que tomar así la risa brillante

al despedirse

de unos niños que siguen el ritmo

de los tambores de una cumbia

 

Qué más queda

que resignarme

a que nuestro viaje a la playa

para estar de nuevo solos

también puede que convierta

en soledad el mar y el cielo

que al amor electrifica

 

Pero veces

junto a esa resignación

al implacable sinsentido

del origen o el destino

de las cosas

Se hace un algo que consuela

la intangible convicción

de que por eso

este instante será eterno

 

Y

¿Podré yo resignarme

a que llegue su momento y se terminé?  

 

Omar Alej. 



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