Ese rey que reinó solo en sombras.

Victor: Estás en tu cabina, sentada en el taburete de escay negro. Miras a tus cuatro vecinos, distantes. Ninguno de ellos soy yo. O, en el peor de los casos, te parece que uno de ellos podría ser yo, le haces una seña, os dais juntos a la fuga y nunca más volveré a saber de ti. Estoy loco de celos.

La amiga del jaguar. Emmanuel Carrère.

Pic. By Sapkin.

Qué tontos los celos

por los tiempos que corren

pudriendo la duda

 

La cuestión

entre ser o no ser

que es tan linda

que se juega en su juego

porque terna ternura

inocencia y arrojo

 

Los celos la infiltran

y se ve carcomida

por un negro sol casi nada

que le enfría en el ojo

al que mira realmente

donde queda el color

de los desarrapados  

 

Y así es que se avanza

encriptado en la ilusión

de que uno mismo

no es

quien al otro conoce

sino que soy segundo

el último en turno y no más

 

Se revierte la unión

paso a fase de tregua pendiente  

y una simple llovizna

ya es mojarse con otros

arrancarse los pelos

y comerse a bocados

de centellas y rayos

 

Todas cosas calientes

que mis manos jamás

que mi cuerpo ni en pedo

que sus gritos no alcanzo

y pregunto a qué hora

y por qué estás así  

y de qué estás hablando

 

Y quien coño es el vato

que en las noches me acosa

y navaja mis parpados

y me deja a las vueltas

como a un pollo en brasas

a la vez que chiflando

como un globo pinchado

en un teatro vacío

 

Qué peligro los celos

que aceleran el duelo

y malviajan la barca   

sin llegar a destino

y se cala el naufragio

de sentirse ese rey

que reinó solo sombras

Omar Alej. 





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