Baivamos.

 

[…] una angustia que quiere dejar de ser en todas partes,

en todos, en todos los grados de la soledad…

desde la piedra, acaso, alma,

hasta el ángel que se contrae herido…

Dulce es estar. Juan L. Ortiz.


Que sí que lo sé

que lo único que tengo por mapa es la fe

para encontrar las huellas

de la banda sonora del amor

pero sé que bailaremos

 

Por el tránsito en el camino

abierto o angosto e incluso obstruido

bailaremos

 

Al ritmo de los tambores

de los ejércitos que se retiran

porque otros ejércitos atracan

 

Iluminados

por las luces de las explosiones

 

Sintiendo como instrucciones

las cortinas que parpadean en clave

desde las ventanas de los edificios

para nuestra coreografía

 

Bailaremos

 

Porque ya el miedo es tanto

que se hartó y está hastiado

¿ De qué reino es el rey

cuando ya todo el mundo

es un solo pánico ?

Por eso a bailar baivamos

y el gran miedo nos mira

y a la muerte le pide

que se una con él

a seguirnos el paso

y llevarlos de baile

de baldosa a baldosa

y de estrella en estrella

 

No bailamos solos

Bailan con nosotros

a nuestro alrededor

los futuros de antes

los pasados de ahora

las mañanas que hoy

tienen nombres de actrices

de cuando el cine era mudo

 

Cada niño que corre

a contar lo que ha visto

Cada abuelo que barre

la banqueta y la calle

los protobailarines

de un género que viene sonando

desde Tatooine

 

Bailaremos

bailes prohibidos

por el norte en el sur

y por el sur en el norte

Giraremos y sé

nuestras huellas son claves

que armonizan la nieve

que un día será la cascada

que un día será el agua

en la cantimplora

de los que se exploran   

en la salvedad del amor  

 

Omar Alej. 



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