Todos ellos.

 

Pueden burlarse y negarte los otros,
Pero es inútil, nada apagará la lumbre de tu antorcha,
Porque no es sólo tuya.
Es de la tierra, que te ha señalado.
Y te ha señalado para tu sacrificio, no para tu vanidad.

El destino del canto. Atahualpa Yupanqui.


Todos ellos

El hombre que duerme

sobre las raíces

de un encino desnudo

 

Los ciclistas

El que va al norte

el que vuelve del este

y el que cambia una llanta pinchada

de su bicicleta de competición  

 

Los cuatro ancianos

al trote

que estiran los brazos

apretando sus mancuernas

de seis libras

 

La botella de licor abandonada

sin etiqueta

sin tapa y ya sin contenido

pero a puro olor de hierbas  

 

El recién salido de la cárcel

marginado

en una banca sin respaldo

 

Los restos de basura

que los perros olisquean

 

El grabado de un posible ángel

en el muro del psiquiátrico

 

Los fotógrafos

con sus lentes de largo alcance

fotografiando la invisibilidad

de los que estamos huyendo

 

Un youtuber que se busca en la pantalla

porque el sol

lo ha dejado de seguir

 

Y esas morras

que están buenas

en sus leggings colombianos

Que hacen yoga

junto a un tipo que las guía

a que suban bien el culo

 

Un poeta miserable

que pregunta a margaritas

si están solas

si no quieren

ser de él una aventura

y palabras que decir

a media noche

con la música del aire

 

Una rata que me lleva

hasta el fondo de esta hora

en su trinchera

y celebra

que mis ojos

por fin ven

en qué color funciona el mundo

 

Todos ellos

como tantos otros

son yo

ahora

Más cercanos a mí

que mi propia historia

 

Omar Alej. 



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