Reseña sobre la película Animales Nocturnos.

 

Si tuviésemos la fuerza suficiente
para apretar como es debido un trozo de madera,
sólo nos quedaría entre las manos
un poco de tierra.

Esto no es nada. Ángel Gonzalez


Quizá fue como el recuerdo de la lluvia

cuando no recuerdas el último anuncio de nubes

que viste entre los edificios de la zona sur

 

Tal vez la merienda detonó la memoria de aquel sabor

pero sin precisar ni cómo ni cuando

 

Y ahora a mí me duele mucho

lo mucho que debió dolerte

quebrarme en dos las alas

entonar el ave María encarnada

descontar de ti y de mí

nuestra historia

a cambio de esos años

habitando una burbuja

 

Qué besos Sí

Pero no besos de esos

de los que se sabe

hundida la fuerza del tiempo

pero surgirán en la carretera

más oscura  

Todavía a costa de nuestros labios

 

Y es eso sencillo

De esta hiel hazte alivio

porque conozco

de las cosas que no nos reconocen

al negarnos

 

Y te quitaste la ropa por frío

Y te quemaste en su piel por ardor

Y eso es interminable

 

Porque tú me amas

y cuando uno ama

hacer al amor el engaño

es interminable

 

Y se paga con marcas en las pupilas

detectando el trance en la pantalla

Teniendo que disfrutar

del nuevo sabor del café

a agua sucia

 

Los brazos se nos cuelgan

al punto de borrar al mismo tiempo

que nuestros pasos

nuestras huellas

y sin embargo ya no seremos nada más

que igual a todos los demás

Porque hemos ofrecido

tus ultimas sabanas de algodón como un sacrificio al diablo

 

Sabemos que robamos a los poetas

por lo que las noches

falsearon de nuestro pasado

 

Sé qué tanto duele

sentir en contra de lo sentido  

y que no me doy por aludido

con la lanza en mi costado

 

Si es que hasta me duele contigo

que me hayas perdido

Tener cuidado con la humedad

y tener que cuidar de la humedad

Se nos atribuyen cuidados

de los que somos incapaces

Omar Alej. 



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