Nos sabemos del aire.
Cuando comento después
el episodio con Borges, observa: «Mencken habla de que en Nueva York la gente
se hunde y desaparece. Yo creo que la culpa de todo la tiene la idea del
mérito. Allí no existe la amistad. Nosotros nos ayudamos por amistad; allí
tienen miedo de recomendar a una persona que después resulte sin méritos».
Borges. Adolfo Bioy Casares
Cuando te
beso y te abrazo
Cuando te
digo bienvenido
amigo
Cuando compartimos
una cerveza
y escuchamos
aquellas viejas
canciones
de Bob
Que como espuma
lunar
nos infectan
la mente
hasta partirla
en pedazos
que van a dar
a la vida
de los que
vienen después
porque regresan
de antes
Contento
cuando partimos
el queso
y olemos la
tarde
Nos huele
un poco a llovizna
y nos
callamos un rato
para volver
a sentir
que si
amanece tenemos
un privilegio
mayor
que cada vez
es más corto
Este momento
de escribirte
porque sostienes
mi mano
si la
poesía se diluye
entre la
pena y la nada
y yo no
puedo seguirla
Yo no estoy
hecho de estrellas
no tengo
los ojos grandes
ni me paro
derecho
pero te ríes
conmigo de mi
y eso me
gusta
Solo que a veces
nos vamos
uno del
otro
La solvencia
de los gestos
se encarece
y enrarece
los contactos
Quizás tensamos
mucho los encuentros
con las
dudas y pasiones
propias de
los niños
Tal vez caímos
en cuenta
de que
somos muy distintos
Que yo
quiero con el ruido y el desorden
y tú estás hasta
las cejas de que ame más mi voz
que la de
nadie
Quizás debas
perdonarme
y yo pedir perdón
y viceversa
pero
exactamente
¿ Por qué ?
Ya nos sabíamos
tristes y fatigados
antes del festín
y de los
bailes
Lo hablamos
un verano
en el
segundo piso
de la noche
roja
Las palabras
necesitan de nuestra fe
de lo
contrario no vienen
y cuando no
encuentro las palabras
porque siento
que no servirán de nada
no me gusta
Me gusta
cuando te beso y te abrazo
Cuando te
digo bienvenido
amigo
Omar Alej.
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