Salamander.
Era verano y no tuvo tiempo a conocerme,
realmente. Entonces lo abracé, lo besé, lo amé y lo dejé dolorido en el placer
que queda después del placer. Cuando se fue, se fue asustado. Había recibido y
entendido mi mensaje. Podía haber apuntado mi dedo a cualquier lado y lo estaría
señalando: algo de lo más vulgar estaba pasando en todo momento.
Reflexiones. Lourdes
Lulúk.
No es por
la música
El último
fin del disfraz
es no
figurar ningún tipo de personalidad
Es decir no
ser Yo
Lo mismo me
da si es un vals
o una rumba
o un tango
Lo que
estoy bailando es el tiempo despierto
sintiendo la
luz del sol en los sueños
resbalando en
las frentes en alto
Me subo a
la mesa
encajo
talones al aire
levanto los
brazos y hago hélices
meneo la
cadera
abro bien
grandes los ojos
tenso la
lengua
y empiezo a
girar
sin destino
Pero es
porque sé
que hay
muchos llorando
y es mucha
la angustia
Por clima
hace sed
los
pliegues en las cartas son de dolor y con rabia
Somos
encontrados en soledad
y en mitad
de una oscura distancia
que nos
atraviesa y desvía
de la
mirada en los ojos de nuestros amores
Para nosotros
portadores de
un fantasma
estoy bailando
En nuestros
fueros internos arde
la llama que
se quemara en la nada
Sabiendo que
un día termina
sin ánimo
de salvarse
la gracia
que se aniquila
en vistas
del porvenir
Se ha dado
inicio la despedida
y en la
danza cruzamos miradas
con guiños de confidencias que
nos hermanan
y espejan
como se une
la risa con la oscuridad
Omar Alej.
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