Romanticismos.
“Soy un romántico moderno. Por ahí es un romanticismo
de un futuro antiguo. Algo antiguo pero futurista, como esas películas de
ciencia ficción de antes que hablan de lo que va a pasar el año que viene y ya
son viejas”.
Charly García. 14 de Julio
1983
[…]
Lucy A.- ¿Y tú qué crees que están haciendo ahora? ¿No ves
que por eso te dejó? Eres un blando y él jamás permitiría que nadie le quite
algo que es suyo, no sin cobrárselas.
Tom C.- Sí, nunca negué que lo fuera; pero igual no
quiero venganza o revancha o algún tipo de ajuste de cuentas. Yo no me siento
enojado, me siento triste. Si tan solo sintiera que me han quitado algo; pero yo
lo que siento es que perdí.
Lucy A.- En resumen, que tú eres imbécil y un anti
romántico. Va mi chico, se enrolla con tu chica, le come la oreja, le canta sus
putas cursis canciones, le lame el abecedario entero del coño. Y estoy segura
que ella se moja como una puta naufraga. Porque eso sí, el hijo de la gran
puta, ese maldito come mierda, pedazo de idiota, tiene un pito como no hay otro
y es capaz de meterse en su mente, bajo su piel y hasta en las malditas paredes
de cada estúpida cafetería que hay en la ciudad. Así que, tú, como si eso no
fuera ya una grandísima putada, no quieres follar conmigo. Que porque tú no estás
enojado sino que estás triste ¿Qué tengo que hacer yo, eh? ¿Convencerte a ti de
que me cojas, después de que suplicarle a él que no me deje no sirviera de
nada?
Tom C.- Es que no entiendo porque conmigo. Quizá a ti te
haría sentir mejor y quizá con tan solo eso, ya valdría la pena. Sin embargo, piénsalo,
no estarías haciéndolo por ti sino en contra de alguien. No lo conozco a él;
pero nadie –ni siquiera el peor de nosotros, es la suma de sus errores. Hay separaciones
todos los días y no todas ellas tienen que servir de semillas, para un drama. Te
digo que no estoy enojado porque no lo estoy y estoy triste porque a ella sí la
conozco. Y es una marciana, nunca ha sabido ubicarse bien en este planeta. Todo
el tiempo está nerviosa, sonriente; pero con algo en los ojos que más bien está
inquieto y más a punto de implosionar que de explotar. Sin embargo conmigo se
quedó todo este tiempo, siete meses y ocho días. Yo no podía creerlo. Mírame, tú lo has dicho, soy un imbécil. Sí, es muy triste
que al final se haya hecho justicia y ella haya terminado por darse cuenta de
que merecía algo, alguien, mejor que yo. Si es que te escucho y me doy cuenta
yo también. Por perderme a mí, nadie –jamás, habría sentido todo el coraje que
tú me dices que sientes.
Lucy A.- Debería tirarte una piedra en la cabeza. Cuando era
una niña fui-intenté-ser amable con un chico que no hacía más que molestarme y
el muy gordo asqueroso me tiró una piedra en la cabeza. Al instante, inmediatamente
dejé atrás todas las otras opciones, para arreglar aquello, y me le fui encima
con todas las fuerzas que tenía. Quizá una piedra en la cabeza te haría
reaccionar ¿Es que no te gusto? Si no quieres acostarte conmigo, para
lastimarlos y devolverles la sensación de sentirte humillado. Entonces hazlo para
sentirte bien. Sé que el sexo en algunas circunstancias puede ser como revivir.
Tom C.- La verdad es que me impones mucho. Eres muy
hermosa y tu cabeza va a mil por hora; pero no me siento capaz. Me avasallas. Es
como que le das mucha importancia al sexo y para eso, debe ser, es que has
tenido experiencias increíbles siendo que yo todo lo contrario. No solo no
podría competir con él, para ella, mucho menos podría competir con él, para ti.
En algunas personas los celos son radioactivos, imaginarse a la persona que
aman tocando a alguien más los excita. No es mi caso, yo no tengo tu naturaleza…
si te digo que perdí es porque perdí y no es la primera vez que pierdo, así que
lo sé. Sé lo que es perder y sé lo que es que te quiten algo. A ti te puede
sonar cobarde y miserable; pero sé que lo que estoy sintiendo no lo soportaría si
antes no tuviera todo el amor que tengo por ella.
Lucy A.- Puedes justificarte todo lo que quieras. Es lo
que hacen las ratas. Algunos de ustedes no son más que niños a los que siempre
les está faltando algo. Encima te haces el tierno, casi casi iluminado con
todas esas pendejadas que te crees que son sabiduría, consciencia o no sé qué
carajos ¿te crees que estoy ardida? ¡Por favor y por Dios! Solo a él le puse
los cuernos más veces que todas las veces que tú has cogido en tu vida. Si quiero
coger contigo… y sí, quiero coger contigo y voy a coger contigo! Es porque así
tiene que ser, él se cogió a otra y esa otra era tu novia. Entonces yo me voy a
coger a otro y ese otro tiene que ser el novio de la que él se cogió ¿Es que a
ti te parece normal toda
tu monserga?
Tom C.- Tampoco es normal que consideres tu enojo como
algo romántico. La historia del amor no es tan vieja como se dice, es más bien
joven. Y como todo lo relacionado a su existencia, no somos más que una fracción. Tú
y yo sabemos que con ellos, justo con ellos, no dábamos más y no íbamos a
ninguna parte. Puedes hacerlo; pero te va a costar mucho más esfuerzo entender así el orgullo. Y el amor no es lo que tú quieras creer y hacer en su nombre. Ya no
podremos cabalgar con ellos a orilla de la playa, si es que alguna vez lo
hicimos; pero no están equivocados si nos dejan, para irse a donde no los
retengan en el nombre de los momentos que ya se perdieron.
Continuara…
Omar Alej.
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