amour fou.
Dios es un diablillo
cuando
lo tuviste sobre tu
espalda
Dios es un diablillo
también es mujer
también es un lugar
vacío
también es tu rostro.
El borracho no tiene género. Leonard Cohen.
No es que
no sienta
que a veces
siente
que estar
conmigo
no es
suficiente
para subir
la vuelta al sol
del frenesí
En el
espejo
y con ambas
manos
traza un
mensaje
que ella de
antes
esta mañana
responde en
clave
para
acordarse
en qué
lunar
cavó tu
tacto
Entonces caigo
desde los
rumbos
que toma el
sueño
de enredadera
en sus
pasiones
Por domicilios
que todavía
de
madrugada
le abren la
puerta
para
invitarla
a
castigarme
Se lava el
rostro
por
maquillarse
para ese gesto
de un tibio
anhelo
que fuera
eterno
antes de
ayer
Cuando el
verano
puso en tu
torso
su nerviosismo
de
provinciana
Como protegida
por las hadas
rompe la
tregua y avanza
Con su
saliva por la garganta
de mil
amores a otro eléctrico latido
en su
vestido
Te
conciernen los balcones
de sus
noches a la caza
de los
hombres que la luna
le convierte
en invencibles
y yo de
poeta . . .
Como
escudero
de sus
andadas
la espero
al fondo
de un bar
sin cara
que me hizo
en casa
porque es
muy buena
Conmigo a
un lado
para
alcanzarle
lo que
faltara
entre sus
tramas
del amour
fou
Donde en el
muro
y en otro
idioma
dicen los
besos
que el mundo
es suyo
Porque sabe
que estaré
en la
habitación
que mira al
este
de
occidente bajo fuego
Donde me
dijo que podría
asesinarme
sin que
nadie se enterara
de que obtuve
de una estrella
que se hacía pasar por nosotros
Si ya era un
crimen pasional que me besara
porque
estaba regresando
de las
playas de arena blanca en tu cuerpo
De vuelta a
su espacio entre mis brazos
conectados
a la fibra óptica de nuestra intimidad
Y antes quiso
dedicarse estas palabras
en defensa
de quedarse aquí conmigo
al calorcillo del fuego sagrado
de la costumbre
Omar Alej.
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