En la suma de nosotros.

 

La mano blanca con la que te escribo, y
que te tiendo, se avergüenza de su semejanza
con la que te golpea.

Los mismos lutos. Josefina Vicens.


No venero a ningún país

ni al mío propio

Por más gritos de victorias o revanchas

que se griten

con ningún tipo de excusa me prevengo

Ni de aquel país lejano

que proclama ser el máximo exponente

de riquezas y placeres

 

A ninguna nación la propago como a un duelo

y de todos los extraños

tengo rasgos que parecen

sonreirse porque ando

convirtiéndome en los otros  

 

Sin embargo una idea de país

Sé que la aprecio

Como al canto de un gran coro

que nos canta de ilusiones y esperanzas

por edades que vendrán

a reponer la fuente de la fuente

 

Un lugar en el que todos nos cuidamos

de caer y no volver a levantarnos

y en la suma de nosotros

conseguimos intercambios

 

Un país

Esa idea de latido

que nos lleva de a uno en uno

para ver sobre los hombros de las sombras

y borrar con lo que vemos la infinita soledad

Sin dejar que nos transforme

a paranoica costumbre

de depredar lo que no es nuestro

 

Ese cuento de los cuentos

que transmiten enseñanzas

como códigos que abren las fronteras

y conquistan las pasiones

que se nutren con mareas

 

Ahí rebosa con su ritmo

libertad sobre las playas

de un país que se hace mío

porque antes fue de alguien

y es así


Sin permitirse la soberbia

ni esa mierda de juzgar al que difiere

porque piensa diferente

pues se siente parte en todo

 

Omar Alej.



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