Vanity lamb.
Cuando hablo en primera persona, miento. Tomemos
el «yo» de la percepción: neutro y límpido. Pongámoslo en relación con el «yo»
de la intermediación: como tal, mi cuerpo me pertenece; o, más exactamente, yo
pertenezco a mi cuerpo. ¿Qué observamos? Una ausencia de contacto. Temed mi
palabra.
La posibilidad de una isla. Michel Houellebecq.
Secuencia de
la última tos de la noche
Cof cof
de lonas y
hojas y ese maldito zumbido
preñando mí
oído con densa sordera
Bendigo los
discos a todo volumen
pero qué
daño hicieron en mis caracoles
( esa me la
debes )
Los restos
de fiesta de pueblo
por el día
de la virgen
Qué linda
expectación
convertida en
papel picado
para la pis
de los perros sin dueño
Prefiero este
paisaje
a la oferta
en el colorido folleto de un viaje
al museo
Soumaya
Mi madre
que sabe romper
el corazón
de los más
duros higos
con tan
solo mover las manos
ronda por aquí
como un
aviso
Como la aparición
de un sexto sentido
convenido entre
yo y la iglesia
que cada
día aparece
Qué libre
seria
poder pensar
en lo que uno elige pensar
Si fuera
posible
De tener la
licencia Solo por un momento
De todo eso
que aqueja con culpa y soberbia
mi imaginación
Pensaría en
los carteros
Sí
voy a
pensar en aquellos mensajeros
atravesando
con sus ideas
los obstáculos
entre sus
miradas y los columpios
del tiempo
y el clima
Ya teniendo
entre manos una carta
de una
esperanza a un recuerdo
Aun si
ellos mismos me mostraran la línea divisoria
no podría distinguir
entre poetas
vivos
y poetas
muertos
Ambos equipan
las secciones
de un canal
de radio
en defensa del
error humano
Bueno
querido
de nuevo
hubo drama en casa
Donde sea
que estés leyendo esta noticia
confío que
pensaras mal de mí
Me aprovecho
de eso
para sentirme
útil e incluso necesario
Tú que serás
eterno hasta que no quede nadie que te recuerde
olvida que
no tuvimos tiempo
para que yo
hiciera por ti
al menos un
tercio
de todas
las cosas que sigues haciendo por mi
al vivir en
mi corazón
y perdonarme
por toda
esta vanidad
Omar Alej.
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