Vidas de otros.

 

Su cuerpo parecía tan habituado a correr y yacer en las playas, tal como si hubiese crecido en ellas, extrañamente dotado por la naturaleza para vivir aquí, siempre, bajo el sol…

Últimas tardes con Teresa. Juan Marsé.


Nada pasa por sí mismo

 

Para ti

se han encontrado

y conocido

el plan silvestre

y las teorías conspirantes

de uno que otro periodista  

Desde siempre ha estado hoy

Solamente como un recordatorio

del ayer que viene envuelto en novedad

y re podrido por su afán de vigilancia  

 

Para que yo pudiera estar

aquí sentado

en la busqueda infantil  

por palabras que me envíen de regreso

a donde yo nunca había estado

Primero fue imposible

pero alguien

sacudió de la esperanza

aquella espera

y maniobró estrella y celo

Me llamó para venir

sin más motivo que empezar

en la aventura de soltarme  

y bailar lo que a través de los peligros

del placer y la alegría

convivían con mis ganas

de orinar en cada esquina del planeta

 

Quien no sabe que en el llanto

se le invita a sonreír

quizá ignora que el amor

es una tregua

y que la guerra continúa

si uno entrega

a la soberbia su vigilia

 

Los cantantes las cambiaron las nociones

de la música en el viento y el aroma

De la gente reaccionó como un tambor  

la corteza del futuro  

y fue un crujido

y fue un vórtice

y una lámpara de gas

de mano en mano a través de las tinieblas

Por entonces multitudes

se agolparon en las plazas  

a pedir muestras de afecto

a los papeles y a las firmas

en el centro de las leyes

El cantante cambió todo

Eso sigue vinculando

a la magia con la piel

que se levanta de la tierra

 

Nada pasa por sí mismo

 

Con la mancha en la pared

de vidas de otros

descubrí la conexión

de mi descanso

con la fuerza que imprimí

en saludar al nuevo día

 

Omar Alej. 



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