USTEDES, NADA. De Guillermo Serrano Sosa.
Hoy me desperté temprano y aún no había hecho
mis deberes, para estar aquí y comentar el libro de Guillermo. Entonces me puse
a lavar mi baño y mientras intentaba quitar el sarro del azulejo, pensé que esa
batalla, mi batalla, estaba en este libro.
Hay muchas teorías sobre lo que es ser
escritor, un día son todas válidas y un poco más tarde no son más que
anacronismos; pero hoy, Septiembre 9 del 2023, tres cosas se me ocurren
primordiales, para esclarecerlo:
Vamos a suponerle la capacidad de hacer que las
cosas nos pasen con tan solo nombrarlas. Los buenos escritores –se dice, al
decir fuego queman, calientan o abrasan. Si dicen Va posibilitan un camino o
levantan una muralla. Otra cualidad es la inmoralidad. No digo que sean
inmorales (que los hay). Digo que en el ejercicio de escribir no plasmaran un
debe ser sino un es. Una más, la más concluyente es que lo hacen, escriben, en
contra de su voluntad. Llevados por la integridad de una activa apatía, no
tendrán más remedio que esclarecer las cosas que ciertamente pasan a través de
una conjura que en un hipotético mundo feliz no sería necesaria ni urgente.
Hasta esta mañana, yo no tenía ni siquiera una idea sobre lo que tengo que
decirles a ustedes sobre USTEDES, NADA el libro de Guillermo Serrano. Y eso no
es solo porque –ya saben, ustedes, nada. Sino por el hecho de que, para mí,
Guillermo siempre fue un escritor en el que viven todos los escritores. Del
mismo modo en el que todos los escritores en algún punto son Guillermo (también
aquellos que escriben “superación personal”, jefe).
Se supone que los libros, se les infiere esa
cualidad, nos convierten en personas más inteligentes; quizá por eso no leamos
tanto. Quizá hay un miedo –integral al ser humano- a ese asunto de la
inteligencia. De cualquier manera, no todo lo que resulta estúpido, a primera
vista, lo es y viceversa. De cualquier forma, en lo que averiguamos si leer nos
hace o no una mejor versión de nosotros, sí es cierto que los libros –de
cuentos en este caso, registran el nombre del autor. Eso es porque se advierte
que entonces ha sido escrito por un escritor que es a su vez una persona. Es
ahí donde todo se agranda, se tuerce, se complica y se vuelve verdadero.
Se piensa en el ingenio, en la creatividad que
tuvo que ser necesaria, para la creación de algo como una noche estrellada;
pero el verdadero acto de creación es cuando podemos contar que hay alguien
ahí, mirando esa noche estrellada. Esa originalidad es casi un quinto elemento.
Así es lo que cuenta USTEDES, NADA que fue escrito por Guillermo. Primero, para que al contar de un golpe en la
cabeza que termina siendo un robo nosotros ya sepamos que a veces nuestra
primera opción es dejarlo todo y no volver a casa; pero volvemos y es ese regreso
la locura de las que cosas y no las propias cosas que nos pasan. Que son –si se
quiere, una serie de casualidades apenas perceptibles, para los ojos menos
entrenados. Es en el volver, en el continuar, donde todos alguna vez hemos
volcado.
Lo segundo, a través de cada relato, es la
inmoralidad. La persona siente, lo humano pasa; pero el escritor lo eleva. En
Dra-Ma, tan solo la primera frase abre un lugar de referencia donde un extravío
tan cotidiano como el aprendizaje de la tristeza, constituye un puente:
“Me he esforzado por organizar el drama”
Escribe el escritor, que dice la persona. Todo eso es Guillermo y nada de eso
es bueno o malo. Es el libro USTEDES, NADA pues no hay doctrina ni moraleja ni
ingenio. Además de oponer la verdad al hecho de que –en gran medida- las cosas
que sabemos sobre nosotros son mentiras puestas en relieve, para sobrevivir EL
INSTINTO DEL ESFUERZO Y LAS RECOMPENSAS QUE NO LLEGAN A PESAR DE TODAS LAS
PETICIONES QUE SE ORAN. Y si esto lo ha escrito en contra de su voluntad no es
porque no haya querido escribirlo. Acaso su voluntad, más que escribir, lo ha
llevado a leer, a leer a personas, a humanos que estamos aquí hoy 9 de
Septiembre del 2023. En la presentación de un libro que acusa recibo de todas
esas realidades en la que alguno de nosotros se pregunta ¿qué somos?
Así que nada. USTEDES, NADA por Guillermo
Serrano.
Omar Alej.
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