Valeriana.

 

«La tradicional lucidez de los depresivos, descrita a menudo como un desinterés radical por las preocupaciones, se manifiesta ante todo como una falta de implicación en los asuntos que realmente son poco interesantes. De hecho, es posible imaginar a un depresivo enamorado, pero un depresivo patriota resulta inconcebible»

Las partículas elementales. Michel Houellebecq



Nadie nunca sabrá quién eres

Habrá otras personas

mentes cuerpos

y espíritus de sus tiempos

envueltos en los hilos de una tarde

donde tomar de tu mano monedas

y comprar un helado

y abrirse al asedio

de las bellezas perdidas por locos

y necios

que se han ido haciendo

a través del hartazgo

de tenerlo todo

( También su tristeza

por no querer lo que tienen )

 

No estoy pensando que no

que nadie más te querrá

de este modo impenetrable

infantil y caprichoso

Sé qué publican los diarios

Es muy sencillo

dejar por ti a una familia

dejar por ti los excesos

dejar por ti hasta a ese dios  

de los domingos tranquilos

y convertirse a ciclista o en un piloto de pruebas

de algún circuito en las dunas

de motocross o pro kart

 

Desde tu anonimato

como una ilusa encantadora de serpientes

Sé que prefieres amantes

que te acompañen tan cerca

que cuando llegan lo hacen

juntos y a partes iguales

Miles de polvos te han visto

Miles de polvos esperan por ti

en la corteza que arde

 

Si las ciudades de noche

dan cajas negras de aviones 

para ocultar la lujuria  

en los suspiros secretos

que te devuelven las ganas  

en callejones oscuros

Que sea así te divierte  

Antes del último encuentro

después del viaje al futuro

y por si nunca jamás

se abre al comercio exterior

Ya detectaba que vienes

compareciendo en el tiempo

romanticamente en un falo 

 

Conspiranoia es el arte de no entender la verdad

si la verdad te margina

Entonces yo te lo digo

y solo yo soy testigo :

 

Nadie nunca sabrá quien eres

cuando te vuelves a verme

y en tu mirada por dentro

señalas seguro el puente

que he de cruzar al dormir

Que tengo vida muy poca

y puedo hundirme en el peso

de mis demonios mojados   

con una ola invasora  

Tú no limitas razones   

solo me dejas dormir

como al último sobreviviente

de mi sueño

 

 

Omar Alej. 



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