De cuando preferí una tostada de atún a un beso.

 

“Existe otro mundo además del de ahí afuera. No salgas de casa sin él.”

Refrán apache.

Hoy he visto bajo el sol a una parvada  

figuraban con sus alas

ya la aurora que tan solo se imagina  

porque fue de una ilusión un holograma

Migración que la esperanza financia

con la luz de un nuevo día

que es posible suponer  

llegando al niño que yo era

 

Para bienes pensé en ti

niña Victoria

En esa infancia compartida

de una calle a una ventana

como presos sin saber

qué verían si se fueran  

 

Colgados de la luna

preguntando a las estrellas

si en la tierra

había un sitio donde vernos

sin ultrajes de codicias

para andar en nuestras piernas

hasta el fondo de las cuevas

donde el alma de las olas

se renueva a chapuzones

en las rocas

 

Sin más nada que lo opuesto

al fin del mundo

te pedí me acompañaras

al famoso restaurante

que tenía extrañas jaulas y el letrero

de una frase imposible de olvidar :

No te olvides que primero fue el amor

y después ya hubo de todo

 

No me gusta presumir

pero era obvio

que yo estaba casi listo

para el golpe de fortuna

más certero

desde el día cuando el profe de español

lo dejó todo

para hacerse californias y las tetas  

 

Si ya entonces

yo tenía nueve años o sesenta

es igual a extorsionar algunas plantas

por un mapa del origen  

Lo que pase pasara porque pasó

y tu boca se alistó para hacer suya

la corriente del río que me lleva

todavía

entre sus brazos  

pero elegí morder la tostada de atún

antes que besarte

 

Nunca nada es más urgente que la urgencia

de aprender a dar un beso  

pero el hambre también fue un común acuerdo

de lo que hay compartir

el saber crecer con tiempo en la ternura

e inocencia

Omar Alej.