Plegaria en turbulencia

De tu belleza soy tan ajeno
como de las crines de los caballos y las cascadas.
Este es mi último catálogo.
Respiro sin aliento
Te quiero, te quiero y dejo que te muevas para siempre. 

Las flores que dejé en la tierra. Leonard Cohen.


Te siento aquí

tan disidente de cada espacio

La memoria en ti no cabe

como si tú fueras el olvido

Y yo no estoy ni cerca

de estar en el sitio en el que te siento

Como si un día quisiera detener otro día

como si fuera un pez a la contra

de los ríos en la luna

lo que explica los cambios de mareas

Como huesos

como carne

como idea de la idea

No se pueden contener ni los suspiros

mucho menos a un instante

que se marcha por saber que su emoción

fue extraída de tu miel  

al estrenarse ante la luz

Te vería

si supieras que te veo

te vería

pero estéril al querer 

comunicarte que estás siendo

por aquí como una estrella

al medio día

no serás pues no soy selva que te siente por aquí

como a la brisa

Estoy hombre

y estoy hambre

Comunión  

si así lo ordenas

Eso pasa

llevo años cultivándola a esta roca

Ocho lustros de trabajo en el mercado

y la voz con la que vendo

mi alma en venta

suena a carga de motores a través

de la autopista

Si en la nada pasan noches

en las noches de la nada

estoy siendo yo las huellas

que tú dejas

Tenme en cuenta

que quería sentir que yo

estaba cerca de vivir

como aquel barco en la tormenta

Como tú con tu sentido del humor

siempre al filo de escaparte

al comité de los aviones y las nubes.

 

Omar Alej. 


 

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