Imposible no aceptarlo.
Y ahora todo había
acabado, y para mí había empezado otra cosa, que era el delicado asunto de
haberla sobrevivido.
El mar. John Banville.
Quizá es algo
que se olvida después de un tiempo
el olvido
de los que fueron los tuyos
Yo mismo me
siento frente a mi puerta
recargo mi
espalda en la pared
y mirando
hacia la iglesia
me pregunto
qué ha sido
de los días
que podían suceder
con tan
solo abrir los brazos
y escribir
de cuanta
nieve es necesaria
para hacer
de tu deseo un día triste
en
Yellowstone
Yo escribía
para ti
porque por
ti tenía sentido
sentir el
mundo
habiéndolo
guardado en mi mitad
de un
envoltorio de tabaco
y salirnos
a fumar
justo en
medio del incendio
de nuestras
mariposas
Tal vez te
cuesta imaginarlo
pero a mí
me fue imposible no aceptarlo
Cuando niño
las palabras que aprendía
las llevaba
a un escondite
en la raíz
de un sauce viejo
que había
abierto un billar
exclusivo a
cuentacuentos
Tú vendrías
una tarde o una noche
o al café y
te haría con las frases
una forma
de volver para olvidar
que yo aún estaba
poco a poco y cada vez
tan perdido
como llaves de un baúl
sin nada
adentro
bajo siglos de las vías de los trenes ya fundidos
Cuando sabes
que el perdón de todos los mártires
se hace granito
restos de vidrios y música falsa de carnavales
( Tal vez
antes de que unido a las estrellas
lo llevara
la marea y el día largo
de un
jornal a campo abierto )
Poco
importa si el motivo de quedarse
es por
hacernos compañía
o por sentir
la soledad de los esclavos de su suerte
Si hay un
puente coloreo sus dorsales
y ya alado
lo convenzo de nadar al otro lado
por más
latas de cerveza
donde
espero que lo esperes
aun si sé
que la verdad no te la dije
y me gasté
todo el dinero
en un brote
de palabras que aun cosecho para ti
a través de
una tormenta
Otros más
menos borrachos escribieron en tu nombre
luz y polvo
Mis dos
muertes se han quedado a sostener
en mi
libreta mi cabello
Tu caricia
es la que empuña el bolígrafo
ya roto
y yo que
escribo que si escribo que te amo es por ti
y yo que
escribo que si escribo que te odio es
por ti
Omar Alej.
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