Sombras chinas.

 

Lo sé por los ojos
           que veo puestos a la brisa.

Y es un martes viajero y alegría
          de dulce tiempo y de fastuosa fecha,
          tan flexible y tan apto que podría
          borrar mi sombra sin tirar la flecha.

Estudios. Carlos Pellicer. 


Cada tanto hablo con Dios

como quien piensa en descansar

contra algo que le explique alguna cosa

más allá de los sentidos de la vida

 

No estoy loco

y no son voces en mi mente

ni siquiera es fanatismo o evasión 

de lo mundano que resulta ser cualquiera

y que nada te contemple

 

Yo le hablo con mi idioma

y Dios me habla con el suyo

Ambos somos parlanchines

de lo abstracto

nuestro verso favorito

El agua de los cantaros sabe a pájaros

 

Entendernos no es el fin

Comprendernos nos alienta

y nos fisura

ata el cabo

y la marea se desata

 

Desde antes de saberlo ya lo hacía

El día cero lo he olvidado

pero sé que estaba ahí

eso explica que recuerde

qué canción cantaba el sol cuando me fui

y quien volvía  

 

No diré que soy su amigo

y no diré que me conoce

Dios me habla como a un hombre

y yo le hablo como a un Dios

en rebeldía   

 

Suelo preguntarle

¿ Cómo hacer para volver

de cada cosa que he perdido ?

pero Dios quiere saber

sobre el olor de la madera

o del calor durante el sueño

de una noche de verano

No ser carne y no ser hueso

por la tardes lo convierte a la nostalgia

 

No se queja aunque no es fácil ser El Dios  

de lo que vive y lo que muere

Habiendo tanto tantos por ahí

con menos años

y más tipos de interés

se siente solo y apenado

( Por si acaso me preguntan si lo sé

Yo no lo sé

Me lo imagino )

 

Tampoco es simple ser un hombre

No se vuelve de lo andado

ni se llega a donde acaban los caminos

Redimirse no conjura libertades

( Por si acaso me preguntan si lo sé

Yo no lo sé

Me lo imagino )

 

Dios no llora y eso duele

pues le duele que no baste con andar  

Yo si lloro y eso pasa

pues me pasa que no existo

Creo que ambos nos sentimos

bajo duda  

 

Por ejemplo esta mañana

le he contado que querría no haber roto una ilusión

Haber sido alguien más fuerte  

y no soltarme a la corriente

ilusoria del reproche

Excusarme fue faltar a mi palabra

Tengo herida la memoria

porque yendo a la verdad descarrilé

No aprendí a pedir perdón

pero lo pido

Lo lamento por romper el corazón de la esperanza

y es a Dios que se lo digo

compartiendo su horizonte con el mío

 

No me ha dicho cómo se hace

sin un dios a quien hablarle

cuando sientes que has perdido  

al amor y a tu virtud

¿ por qué a tientas sigo aquí ?

Tengo días como infiernos

y lo culpo por la sombra de dolor  

que cubre el mundo

pero Dios no desanima

y me comenta sombras chinas

 

Toda ausencia es muy discreta en realidad

 

 

Omar Alej. 



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