De vuelta a Obregón.
Nunca me pareció importante decir de dónde era. Pueblos, ciudades y países, son todas ilusiones. A nadie le importa realmente de donde somos; pero sí importan las causas por las que un corazón se aferra a latir. Si la fuerza de su latido es porque el corazón recuerda ese lugar como la propia sangre que bombea, entonces el dueño de ese corazón está maldito. Ya nunca podrá entender la vida como algo que puede tener sino que la vida será algo que le falta.
Reflexiones. Lourdes
Luluk.
De vuelta a
Obregón
veinte años después
y para Le Pera
veinte años no es nada
pues todo camino es la vuelta
que nos interna a nosotros
dentro de un soplo de vida
Los sigo los rastros
de aquel desierto en mi piel
como una crema de arena
que escuda
de los que irrumpen la calma
con vocación policía
Seré puntual en la hora
de aquel desierto en mi piel
el que se interna en el mar
y que transforma cachoras
en peces azules alados
que por las tardes de oro
riegan las olas con brillos
de plata
Lo que no he visto de antes
será leído entre líneas
¿ Cuando fue el siglo pasado
?
Esa ventana de tiempo
que no será en mi memoria
Yo la aturdí con corridos
y se está haciendo materia
que me re escribe la huida
y me devuelve emoción
de lobo e indio y estrellas
Pero es a cambio del mundo
devolver mi alma norteña
donde mis botas vaqueras
preguntan ¿ Qué fue de ti
sin machaca ?
Allá aprendí sobre el agua
iba embestida de fiesta
y de gritos
de patio a patio hecha charcos
Fui requemado en las calles
cuando el calor se desboca
como animal asustado
por la locura del sol enfierrado
Llega a su noche con humo
y bien recio
el libre olor de la carne
pulsa mi sangre y me apura
Ese acelere es su acento al hablar
que se acentúa en la risa
cuando la muerte no es cura
y la cerveza se acaba
Beso los besos que di
en la banqueta torcida
Ahí me sentaba a cantar
con lo quedito del cactus
cuando lo pincha el amor
de la flor que se seca
Bajo la fresca de un árbol
fue mi primer gran delirio
Con el sonido del aire
“Siempre serás este niño”
me lo dijeron las ramas
Yo me he tirado en el pasto
con mis ensueños a cuestas
y una cachucha de dodger
No estoy sintiendo que vuelvo
estoy llegando otra vez
porque en Sonora el destino
antes que nada se gana
Omar Alej.
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