Dibujo sin contorno # mil quinientos doce.
“Noche tras noche me quedaba tendido en la
oscuridad escuchando los ruidos del ascensor, mis silenciosas órdenes
enterradas en mi cerebro como enmudecen bajo toneladas de arena esas urgentes y
orgullosas inscripciones de los monumentos egipcios”
Los hermosos vencidos. Leonard Cohen.
Se revela
ese sentir de día lluvioso
en una
historia de la sierra en el norte
La tristeza
que no agobia
pero arrastra
el horizonte
hasta el
lugar donde uno mismo
cambia un
vuelo para luego
y continuar
en la añoranza
de más de
esto
que desnuda
la presencia de la nada
Quedan trámites
muy fríos
por hacer
“ Pase allá Turno mil quinientos doce ”
Por cumplir
la felonía del papel
estoy quemado
y persistiendo en la ceniza
Si mi
patria es este azul recordatorio
del que sé
cada suspiro
y cada nota
del café en la cafetera
¿ Por qué
pienso
que al marcharme
repondré lo que he robado
a la legión
de los que nada
conservaron ?
Para irnos
siempre ha
sido necesario
no tener a
donde ir
Así inicia
hace siglos
este viaje
Nos sabemos
naufragados
pero al ver
en las estrellas
lo que
brilla en la distancia
aquel oro nos
arropa
mientras
juega en nuestra alma a columpiarse
Hay coraje
en la esperanza
lo más
tierno es lo más fuerte
y lo más
duro es lo más frágil
Si pudiera
esa sería la verdad
y la verdad
es que no puedo
nada más
que medicarme
y dejarme
en el efecto
Cuando sube
el zolpidem
me vuelvo
roca
Sueño que
lloro de soledad
dentro de
un mundo
en el que
no puedo dejar de asombrarme
Pido piedad
pero una
noche más
de luna
nueva
de las
cruces da volumen a las olas
Siento
arder melancolía
no hay
razones
más allá de lo que siento
y lo que
siento es un lugar
en el que
estoy sin saber nada
sobre mí
Nunca he
sido un hombre
y ya estoy
dejando de serlo
pero
tampoco eso define
la morfología
de lo que pasa
Omar Alej.
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