Supernovas.
Era de noche en Tokio. La mayor atracción turística de Tokio es la noche. Un elegante señor japonés me comió el coño en el privado de un club de jazz. Me hizo terminar y no me pidió que lo hiciera terminar a él; pero me pareció tierno hacerlo venir y mancharme el vestido con su semen. Nos quedamos un poco más, escuchando a la banda tocar. No tuvimos que decir más, nos despedimos como dos románticos:
Nada que valga la pena salvar podrá ser salvado.
Reflexiones. Lourdes Lulúk.
Si hubiera
sabido
más hubiera
apostado
por lo que iba
a contar
al vernos
rompiendo la luz
contra los parapetos
del pasado
y nosotros después
acabados
Es esta
tendencia a probar
el defecto
al volver el pulgar
del efecto
del polvo en la laca
Desacralicé
la pasión
que ante el
dios de las uvas
nos ataba las
lenguas
amargamente
pintadas
Tú por tu
parte hazte ver
que me dejaste
en la risa
la
corriente a llorar
de las noches
heladas
como en
documentales
sobre la
libertad de las bestias
Eran
tiempos aquellos
de aprender
qué sucede
cuando el buen
tiempo termina
Nos robábamos
juntos las horas
y ese placer
era un lienzo
confeccionamos vestidos
veranos e imágenes
pop
en el
protector de pantalla
Tú lo
soñaste al dormir
en la
carretera
No perdurar
es sagrado
para dos
que se dan
como un
brote de hierba
sobre la
tierra quemada
y nada pasa
en el cuerpo
como te
pasa un jamás
si tiene el
nunca tu nombre
Me di a
demostrar mi obediencia
me diste a
probar bajo vientre
y cuando nos
rebelamos
salimos a
ir
por
direcciones opuestas
ante el
destino de todo
Es ese adiós
el que tiene secuencias
entre una música
azul
que nos recorre
la sangre
como la
anfetamina en el baño
que hiciste
una isla privada
Para romper
ese hilo
fue que me
ataste a caer de la cama
hasta el
futuro distante
y habiendo soltado
mis manos
de los
deseos de apresarte
nos comenzamos
de nuevo
con la
tristeza de luego
Dolernos fue
nuestro fin
y nuestro
amor era el medio
Omar Alej
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