Ser ninguno.

 

Lo que más recuerdo de aquel amigo al que me tengo prohibido echar de menos es lo generoso que ha sido. No conmigo ni con nadie sino con la vida. Se daba a vivirla de golpe sin tiempo ni medida. A mí me dejó la enseñanza de que un día se está y al otro ya no; pero no la enseñanza esa por afuera, la enseñanza que es bien por adentro. Por eso me tengo prohibido echarlo de menos. Lo que uno quiere para amigos como él es que siempre esté donde le cante el chocho, cuando el chocho así se lo cante.

Reflexiones. Lourdes Lulúk.


Qué fácil que es ponerme triste

basta una palabra que falta

si no faltan motivos para pedirle perdón

a quien quiera que quiera

en mis horas bajas

segundos de alas  

Con tan solo el recuerdo que huyó

y se dio por perdido   

soy un hijo bastardo del frío

que emana la luz sin la luz en los elevadores

 

Y la tristeza qué es

las miradas vacías en las que me hundo  

cuando mi reflejo se alza desde su decepción

Porque sé que me hieres

porque no puedes más

Porque sé que te hiero

porque entre otros soy este

el que pena

a través de una noche ataviada de lobos y bruma

 

Qué fácil que es ponerme alegre

con llamar a una puerta  

y llevar la cerveza

para hablar de los chicos

que no nos conocen

e inventarles historias  

como de otras maneras

de ganar la batalla contra la indiferencia :

 

Él está tras una ventana

reparando calzado

y escuchando la radio

hecho ya al color de canciones antiguas

Mientras que a nosotros

se nos ve diferentes

embriagados del cuento

Hay alguno que brinda  

algún otro agradece

No se entiende la esperanza

hasta que la esperanza se pierde  

 

Qué fácil que me es ser feliz

la felicidad es silente

un misterio

no hace mucho ruido

solo pasa un momento

Se concentra en mis manos

cuando intento escribir

Es la consciencia de los que fueron felices  

siento a toda esa gente

vuelvo a los sitios secretos

 

Ese momento recrea

y ya no me siento infeliz

por recargar con el peso

de lo que he fracasado

a mi amor

Cada herida se abre de nuevo

y los llantos me fluyen

lo que sé se me olvida

y regresa a clavarse

es una lanza guirnalda

es como un golpe de aire

que me dispara a la calma

con la facultad de las llamas  

me felicita el corazón y la sangre me sangra

 

Qué fácil que me es ser cobarde

guardarme en baúles  

y no ir al encuentro conmigo

negarme a creer mis pedidos de auxilio

ponerme a mirar la pared

contar con sus grietas el arte

de malograr el destino

Le temo a la vida

y tan solo en mi mente estoy vivo

Desde la ausencia me enquisto

y claudico

 

Me niego a pelear

Me niego a lanzarme

Me oculto detrás

Lo susurro

y tiemblo al pensar

lo que tengo que hacer para ver

cara a cara a mi estrella

Si ha salido de mí

para hacerme avanzar

si es posible alcanzarla

lo he negado de un modo tan rotundo 

que encierro en el sol su brillo y su calor

 

Qué fácil que es condenarme

anunciarme un infame incoherente

traidor a la permanencia

cuando las promesas retoñan  

Señalar mi disfraz

porque así de mi letra

hasta hacerla ceniza

se verían los engranes de poesía que agoniza

lo que ha envenenado al rocío al decirlo

Si es que puedo volver

volveré esa condena

siendo piel de las hojas del árbol

más multicolor de la selva

 

Si es que mi excusa es inútil

mi culpa será lo que quiera el tiempo

Llevo de las estaciones

y las estaciones me llevan

Tengo verano y otoño

la primavera e invierno

No puedo parar para serlo todo

ni puedo parar de hacerlas con todo

la ida y la vuelta

Qué fácil que es ponerme nombre  

Qué fácil que me es ser ninguno

 

Omar Alej. 


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