Recreo en el cielo.
“Es una tontería, dijo con voz cascada, pero seamos diferentes. ¿Por qué habría de subestimar sus propósitos? Acaso quería decir: vente conmigo a hacer un nuevo viaje, un viaje que sólo los extraños pueden realizar, y que podremos recordar cuando volvamos a ser los mismos de antes, y por tanto no nos limitaremos nunca a ser los mismos de antes.”
Los hermosos vencidos.
Leonard Cohen.
Cómo cada
día
despierto y
lo sé
estoy triste
después
He caído en
el caldo
de la melancolía
fue al
nacer por los pies
como vive al revés una sombra
La tristeza
es un lujo también
Lo mismo es
un fuego de usar y tirar que una golondrina
que anida
en el vientre de un rato de lluvia furiosa
sesgando en
sus llamas un baile
Me siento los
dedos
en el
aliento
Me pueden
faltar o sobrar
como si en una
textura se rompieran
y sanaran
descubiertos
Si miras la
noche
realmente la
noche en tu cara
no es
necesario mirarse las marcas
para saber
que ahí están
Algunas cosas
pasan así
siguen sucediendo
y nunca ocurrirán
otra vez
Cuando
salgo a la calle
sigue incierta
una esquina
y un faro
es un ver sin espinas
la luz que
le pincha en la piel al cristal
por adentro
de una panadería
Hay recreo en
el cielo
que en mis
ojos se agranda
Una idea de
Dios más humilde
volver a
querer algo más :
asistir al relevo
de tan solo uno
de todos
los nuevos comienzos en pausa
Arriba entre
nubes
si quiero
imagino arropado en sal al futuro
con la cara
arrugada
y el cuello
formando una curva
por la que derrapan
dolor y memoria
Montar en turbinas
a primera
hora
no es copar
la atención del olvido
Tal vez sean
de cielo y del cielo se mojen
los fondos
del alma
A qué
espera el mundo
para
entregarme conmigo
y restaurarme
como una antigua carretera
Pregunto y responde
una hoja
que es después
una rama con toda corteza
defendiendo
raíz de regreso a Sonora
pero me he
negado las mismas tres veces
Todo está
allá en el cielo
sucediendo en
el punto
sin ninguna
señal
Un reclamo arrebol
sobre los
motores recién encendidos
Omar Alej.
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