Mucho más fuerte que Sejmet.

 

Descanso: de la victoria febril, y la corona

de conquistas cuya desolada gloria nos pesa.—

Los regalos más bellos de la fama los arrojamos con desdén—

¡Debemos volver a casa, debemos volver a casa!

El hogar. James Whitcomb Riley 


Apenas abrió la puerta

y de inmediato me riñe

No he traído conmigo

lo que habíamos hablado  

cuando aún era un niño

 

No tengo un don  

ni fortuna en el juego

ni habrá más nietos que Christo

No le he comprado una casa

ni hablan de mí en la prensa

por haber dicho que era  

mucho más fuerte que Sejmet

 

Ambos estamos solos

pero la tengo a ella

y ella que tiene

con Marisol y Pamela

rayos y centellas

sabe que yo más o menos

Comme Ci, Comme Ça

e igual se alegra de verme

 

Yo estoy contento al mirarla

mucho más fuerte que Sejmet

Hoy no tenemos más planes

que compartir pan y queso

con empanadas de atún

y arroz con leche con pasas

 

Qué sí

Qué lo sé

Qué ya me lavo las manos

Qué te compré coca cola

Qué otro día que venga

cuelgo del muro ese mueble

Ya sé que nunca lo hago

 

Suelo comer hasta el punto

en el que el coma me ronda

vértigo por gula

y gula por complejo de Edipo

sobreentendido y volátil

 

No es por hacerla feliz

que me atiborre sin miedo al castigo

Es porque así me lo ordena

la tradición de una historia

que le conté aquel soldado enemigo  

De todo el mundo mi madre

es la mejor cocinera

te podría envenenar

y le darías las gracias

 

Ahora son más de las siete

No tomes café tan tarde

Vi una película vieja

Quiero que la veas conmigo

Hay panecillos con crema

A mí el James Dean que me gusta

lleva sombrero vaquero

Si yo tuviera millones

Tú ya serias escritor

 

El cine filma en nosotros

más que la calma el clamor

de estar firmando la paz

con el testigo de historias

más cotidianas que el fuego

que la penumbra o la muerte

de un ser humano en el mundo

 

Me emociono y lloro

Madre se ríe conmigo

de nuestra cuota de duelo

y el laberinto es real  

De pronto todos nos vamos

pero nos hace el recuerdo

una ocasión de ternura

de la que hablé al escribir

mucho más fuerte que Sejmet

 

Omar Alej. 



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