Bad Cupido
Son tantas las cosas de las que uno puede
empaparse sin que por ello cambie en absoluto su cuerpo, su manera de andar y
de comportarse. Beber con avidez de millones de recipientes, no saciar nunca la
sed, pasar de un color a otro como un arco iris, sin dejar de ser nunca un arco
iris con la misma gama cromática.
Podía entrar en el Hotel Savoy con una camisa y
salir de él dueño de veinte maletas…, y seguir siendo Gabriel Dan.
Hotel Savoy. Joseph
Rot.
Oh Amor
Qué azules los
ríos secos
entrando en
los negros mares de tinta
donde ahora
revuelan rotas las alas
y llegan
sucios los cuellos y puños
de mis camisas
blancas
No medies por
ti que yo haga
esta
ingrata neblina que oculta
un terrible
secreto
no he amado :
cambio y
fuera y afuera y a cambio
Hay lobos perdidos que roban la luna
a su reflejo
en las gafas
de quien
espera llorando
De todo el
amor que me has dado
he
regresado del norte y su sur
de su este
y oeste
Sentir hizo
vida en las cuevas
Siempre hay
un ciego negando la luz
Su brillo vencido
en la noche
iguala el
silencio al ruido de huesos
Hoy ese ciego soy yo
Al cruzar por la calle
y al parar
a comprar las revistas
Te he compartido y salado
como a
palomitas en salas de cine
sin respirar
de aquel beso
y al saber
mi destino
y al doblar
el sabor del café en esta cama
estoy sirviéndote
amor
aunque jamás
lo parezca
He leído
las cartas del sueño
pero rompí
la palabra del tiempo
Te he
sentido lavarme
así que he
vuelto a sacarte del barro de origen
donde el
fuego se quema al calor de la nieve
Oh Amor
Interior de
las nubes
He dislocado
el verano
jugando tu
lluvia
sin hacer mía
la sombra
que va y le
crece a la tierra
cuando tú siembras
las huellas
que siguen ahí
mañana
Yo no hago
más que saltar
esa ilusión
por la fruta
en mi se
queda en gotera
A los que amas
lo sé
la coincidencia
los une y aísla
y florecen
Yo salto
Me arde incitarte
Oh Amor
mucho más
que cuando me encuentras
Mira que
ahora prefiero
negarme a
mirar al Atleti
que a un
especial de Manhattan
cuando no
puedo dormir
Oh Amor
Vas a
decirme de nuevo
que debería
de rendirme
Omar Alej
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