The Dramas por The Dramas.

 “Los amigos de verdad son difíciles de encontrar; pero no los buscas, ellos te encuentran. Cada uno crece dentro del otro. (…) La mayor parte de tíos que conozco son gilipollas. Tengo unos cuantos buenos amigos que lo son, pero ese no es el tema. La amistad no tiene nada que ver con eso. ¿Puedes quedar y charlar sin sensación de distancia? La amistad disminuye la distancia entre las personas. Para mí es una de las cosas más importantes del mundo”.

Life. Keith Richards. 

The Dramas: Una verdadera banda de rock.

(Para D con gratitud, admiración y respeto) 


Intentar conversar con ellos ha sido una experiencia inquietante. Parecen afortunados y desafortunados a partes iguales. De golpe hay mitos, personajes, historias, silencios -oscuros silencios que yo atravieso entre las miradas que ellos se dirigen, porque no siempre el silencio es callar. En la actualidad el destino de una banda de músicos, criminales o banda de distribución, más que incierto es un capricho de la suerte. Acá “en el mundillo” un día te quieren y están dispuesto a dártelo todo; pero al otro día te desprecian por haber tomado algo de lo que se te ofrecía, cuando debías seguir haciendo esas piruetas que algunos llaman arte y otros llaman entretenimiento. Con The Dramas, si bien la regla es la misma, su manera de abordar el juego es más parecida al delirio de los locos que recomiendan mesura ante al incendio. La formación es la clásica formación de una banda de pop con aspiraciones a que se les diga que son una verdadera banda de rock. Ese sueño tantas veces soñado es un laberinto; pero ese es justamente su secreto, la carta con la que ganan la partida a cualquier cínico de esos que suelen decir “esto yo ya lo había visto”. Son una verdadera banda de rock porque así lo ha querido el rock. Aparecen juntos, los cuatro, todo objeto al alcance de su consciencia es parte del decorado en su escenario y no es que la producción así lo haya organizado. Confirmaron la dirección a la que tenían que acudir y Trent, el batería, pasó por los otros tres integrantes a cada una de sus casas. Sé que puede parecer que intento imponer un criterio en cuanto a lo que una banda de rock tiene que ser, para poder ser llamada una verdadera banda de Rock; pero –si no me lo creen, léanse un libro. Los baterías son los choferes oficiales en la historia de las verdaderas bandas de rock. Además me daban la sensación de haber parado a comer algo y eso no es algo que suelan hacer las bandas cuando no es el rock el camino que han elegido transitar en conjunto. Apunto esto, lo de la comida, porque Noscere, líder y voz cantante de The Dramas, menciona el intenso sabor a cerveza que tenía el pescado a la cerveza que compartió con Lope, bajista –ahora acreditada, como la creadora de la línea de bajo más fúrica que se recuerde. Esto solo después de que Kim Deal uso su bajo para abrirle la cabeza a Kim Jong-Un por petición expresa del amable y demócrata mandatario. Más atrás llega Río el más alto de los cuatro integrantes. Viene usando la camisa que hace juego con el pantalón que usa Trent. Río tiene fama de farandulero, cholulo, persona irritante y el más talentoso entre todos esos tecladistas que carecen de cualquier tipo de talento. Al final, los cuatro, cuando están juntos, esperando a que se terminen de acomodar las luces, los micrófonos y el espacio, para la entrevista, como habiendo ensayado, dicen lo mismo “Es justo por esto que los verdaderos The Dramas no han venido”. Lo dicho, una verdadera banda de rock, aunque sin guitarras. Una vez que el equipo técnico ha terminado de montar todo el paripé, para el desarrollo de la entrevista, Noscere me hace saber que yo ya debería de saber que en una banda de rock no se puede confiar. “Eso es a lo que se refiere Noel Gallagher en Don't look back in anger; pero los Oasis fueron una banda de mierda. Sí, una verdadera banda de mierda y no una verdadera banda de rock” me dice. Persistir en la mirada de los cuatro al mismo tiempo es como intentar persistir en uno de esos juegos mecánicos que giran a toda velocidad mientras tú vas de pie, pegado a un cubículo, asumiendo que la gravedad realmente existe. El show da inicio, un show, para el que dicen, están más preparados que para el otro tipo de show que es tocar en vivo “Tocar en vivo no ha sido nunca algo para lo que hayamos estado preparados. Cuando estás ahí lo sabes, nadie puede advertirte del impacto que tendrá eso en ti. Seguro que si revisamos los archivos, más de algún idiota ha dicho que es algo tribal, que se parece a ir a la guerra o qué se yo. Lo que es cierto es que ya intentar definirlo es una vergüenza.” Lope no es precisamente el prototipo de bajista, si no lo supiera, si tan solo me guiara por lo que proyectan, entonces Lope ni siquiera sería integrante de una banda de rock sino la protagonista de Natural Born Killer. En cambio a Río no podrías distinguirlo entre un total de cinco aspirantes a dobles de Jon Lord –aunque ninguno de los cinco se pareciera a Jon Lord, y eso él lo sabe. Otra cosa que él también sabe es que en realidad muy poca gente sabe quién fue Jon Lord. Quizá es por eso que su falta de talento como músico es proporcional a su talento como personaje. Todas estas características individuales son cosas que un individuo puede asumir con menor o mayor cantidad de gusto; pero sin duda que son cosas que una verdadera banda de rock abraza y persigue hasta el inminente peligro de convertir esa épica en una caricatura. De momento con The Dramas no pasa eso. Han firmado su disco debut The Dramas por The Dramas, un total de 10 canciones ENORMES que ya están revolucionando todas las ya revolucionadas maneras de escuchar música hoy en día. Como suele pasar a muchos otros grupos, la non plus ultra que los catapulta es su front woman, la extraordinaria Noscere. Lo mismo te firma 10 temas –hoy por hoy, imprescindibles, que lo mismo debate a grito abierto con Río sobre las bromas que este hace al respecto de la temática de las canciones. Mi situación no llega a ser tensa, estoy en mitad del fuego cruzado y más bien se abre el camino a la misma intriga que ha perseguido a las verdaderas bandas de rock a lo largo de la historia ¿Cómo hacen para sobrevivir a sus propios instintos de supervivencia? “…una banda debe sonar a corazones rotos por la alegría perdida en las calles. Sonidos que cuentan los sonidos que ya no hace la gente. Así nos los enseñó el bastardo de Morrisey y la maldita Bessie Smith; pero decir esto en español se vuelve contra el que lo dice. Yo por eso elijo decirlo en inglés: …a band must sound like hearts broken by the joy lost in the streets. Sounds that count the sounds that people no longer make. That's how that bastard Morrisey and bloody Bessie Smith taught us." El doble filo de esa frase me hace sentir un privilegiado y no hablo de ese estúpido privilegio del que hablan algunos artistas cuando dicen ser unos privilegiados por el reconocimiento que se les da sin merecerlo (evidentemente). Estoy hablando de un privilegiado tipo “he sobrevivido a un atraco que salió mal”. Las preguntas que voy haciendo las olvido apenas responden porque The Dramas, individual o colectivamente, consigue hablar exclusivamente de lo que ellos quieren. Si les pregunto cuáles son los peligros de haberse vuelto famosos sin tener ninguna red social, en tiempos en los que la fama se consigue a base de la repercusión instantánea, entonces Noscere responde que lo que Río había dicho de camino al estudio era una estupidez. Y si tengo la osadía de preguntar qué es lo que ha dicho Río, de camino al estudio, Trent responde que de la piel para adentro empieza su exclusiva jurisdicción ¿Es eso lo que Río dijo? Personalmente no me parece ninguna estupidez. Acepto que con The Dramas el significado de una estupidez cambia todo el tiempo y a su vez modifica el concepto del tiempo. “Todo es relativo, solo el hongo es absoluto” ha dicho Río después de que Noscere le riñera “Si no te iba a gustar que las canciones hablaran de rompimientos, el día de celebrar el amor o la historia de las canciones, para llorar, las hubieras escrito tú. Si tanto querías un disco homenaje al viejo Manuel… la próxima vez te lo escribes tú.” Sin embargo, aunque escrito pueda parecer un momento agrio, más bien parece –en The Dramas, otra de las tantas lecciones que le podrían dar a cualquiera: el rock es una evidencia de la vida. En su canción Debaser cantan “I am un chien Andalusia I am un chiem Andalusia I am un chiem Andalusia” y aunque se podría asumir que no es una línea pensada en la posibilidad de que miles de personas la canten, la realidad es que miles de personas la cantan todos los días. Es apenas el primer sencillo de su primer disco y ya ha conseguido que le hagan versiones grupos como Broke Social Scene o Love Of Lesbian. Seguimos platicando, estoy intentando reconocer algo de ellos, de las personas detrás de los personajes que encarnan, para The dramas. Les pregunto cuáles son sus bebidas favoritas “las que embriagan” responden al unísono, perfectamente coordinados y brindan, cada uno con un botellín de agua purificada. No es que me resulte imposible entender lo que está pasando frente a mí. La realidad en cualquier momento te gasta una broma de la que no te puedes resistir a salir perjudicado. Lo que me desorienta es que no hay referencias del origen de esta contracultura en La Ciudad de la Furia. The Dramas es una verdadera banda de rock; pero de lo que el rock es en Venus o en Júpiter o en Neptuno. No buscan conectar con la herencia del rock hecho en la tierra, por más que su próximo sencillo se llame Everybody Knows.

¿Qué es lo que más echan de menos, antes de The Dramas?

Rio.- La comida. La comida es mi plato favorito y ahora siento que no tengo derecho a ese tipo de apetito.

Trent.- Antes de The dramas no había dramas.

Lope.- Es una pregunta imbécil ¿Qué echas tú de menos de la época en la que no podías dejar de tocarte? Pajero.

Noscere.- Nada es real ni tan serio. Yo solamente escribo las canciones y las canto.

 

Omar Alej. 



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