José Val del Omar.

 Ojalá que te ayude a saltar

fuera de nuestro yo, de nuestro día, de nuestro orden.

Ojalá que te ayude a respirar y arder

sin dejar rastro.

Ojalá tires

tu reloj al agua.

Tientos. José Val del Omar. 

Fotografía de José Val del Omar

Como nada hospedaba al instante   

y como nadie escuchaba  

qué breve es el juego

sea dicha o lamento    

a dónde nací ya no he vuelto  

 

Por no incordiar he dejado

que de mis manos secara el alma del norte

tallada en madera

No conseguía prevenir que yo era

como el que nunca sería

una palabra cortando

con su calor

la premiación de oropel

 

Es que no tengo destreza

para llegar hasta el frente

donde medallan con tiempo

lo que en el tiempo se aleja

 

Vengo a quedarme sin sitio

nombro las cosas nombradas sin ruido  

Seré en su blanco silencio

y repitiendo mi voz

Con quien me encuentra dialogo

de heridas de amor y de arder

De golpe no tengo el anhelo

de conquistar la otra orilla

 

Re bailo las notas en el devaneo de la paz esmeralda  

en las calles dormidas

donde la única luz es la ternura naranja

el alba endulzada con flores de cereza

entre dos latidos

 

Ayer bajamos las sombras

son un piadoso telón hecho de ramas y nubes  

y los vecinos de acá han montado

el avistamiento de un duende

Se va guardando en el pecho los fuegos

de todas las treguas pactadas

para llorar en la sopa

y perdonar en las alas

de las gaviotas al vuelo

 

Hoy quedaré por aquí

para aprender a inventar

lo que aun de adentro respira

lo que de afuera extinguió

En el afán de la gloria

he perdido mil veces la suerte

que en aquel río nadé  

Así aprendí a respirar

la sensación de que el viento

es lo que guía mis pasos

Mi comunión con los días

por esperanzas unidos

y al esperar separados

 

No sé grabar negativos

que cuenten  

que me ha ido bien

tampoco una historia que diga

por qué tan solo soy ola

y no mar  

Omar Alej. 



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