Declaración patrimonial.
[…] los días y las noches inciertas y la
obligación de soportar impotente el deterioro físico y la tristeza terminal y
la espera, la interminable espera de nada. Así son las cosas, se decía,
esto es lo que no podía saber.
Elegía. Philip Roth.
Veamos
Tengo
El cielo de
las nubes
como un mal
sintonizar
lo que no
me corresponde
Un gato
muerto
Un perro
ido
y esta
ausencia
de
ausentarme de la mente colmena
Ya dos
dosis de vacunas
Una cama
bajo el techo sonámbulo
e inhóspito
en un
dormir profundo
terminado
en los
penúltimos saqueos
El jardín
de los senderos que se bifurcan
porque me
destinan en las manos Las flores del mal
Al viento
en testimonio
del Canto
del camino abierto de Walt Whitman
Mi porno
combustión
por esos vagos
estudiantes de simetría sexual
en la
penumbra
que no son
dos sino cada uno por su lado
pero en
suma
Dios y su
extraño sentido de la trama
La objetiva
aparición de la desorientación
cuando
llega el desayuno
y he pedido
más pastel de mi cumpleaños
de hace
años
Aun no nato
La secreta
artillería de la tarde
que al
recuerdo multiplica
en el horario
estelar de Larry David
Estos
golpes que las olas me dejaron
Que en mi
cuerpo se celebran
con pasiones
intenciones de embriagarme
en un barco
de piratas
Los inviernos
aparcados
que cuando
andan se comparten
con la
marca del cigarro apagado
que dejó en
la injusticia un policía
Los tres muertos
que me niegan una tregua
Mis
hermanas Mis hermanos
y Mi madre
y Mi sobrino
y Mis amigos
Aquel juego
en el que estamos
todavía
reclamando
al ganador
que nos
ganó por puras fuerzas de flaqueza
Veamos
Tengo
El ritmo
desnortado
que le
imprime a un corazón un noticiero
cuando sabe
que su suerte
se empuñaba
en aquel puño tan extraño
Solamente
la mitad
de ese
metro que concede el derecho universal
La
secuencia de un relámpago
avistado en
películas de culto
porque incita
tristemente a la tristeza
El arder de
la cornada
que reluce
en mi piel de untar
como a una
crema de cebolla
que ahora
dan por el costado
a otros
creyentes malheridos en la fe
Mi mejor
tentativa y apostar
porque al
final todo termina
para que de
nuevo en otro inicio
esté el
sentido de la vida
Lo poético
que en nada se sostiene
a cambio de
la lógica más drástica
ahuyentándolo
al momento de venir
o de
marcharme
Los
balnearios a la espera del verano
y la culpa
en bañador tomando el sol
y saber que
el trago amargo
no se
endulza al empezar la primavera
Tantos años
como sueños
postergados
en este
fracaso de cara al sur
de espalda
al norte
La postal
de un gris avión
en pleno
vuelo
Dos
sartenes
Una estufa
Cafetera
Un exilio en
mi noción
de
ciudadano universal
ya fichado
en los portales
Algo de
hielo en la nevera
Mi acta
registro de haber nacido
( con marca
de agua )
Pasaporte
Más que
deudas
cien estafas
Veamos
Tengo
Solo un
disco de Bob Dylan
y el
lamento
y solamente
lloro a Leonard Cohen
Tan solo un
blues que va despacio
tocado por
no sé qué diablo
desconocedor
de su ternura
Eso es lo
que valgo
Omar Alej
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