Claro de luna.
La inevitable condusión era que en esta parte del mundo había habido un grado de continuidad excepcional entre la vida de hace más de trescientos millones de años y la de hace tan sólo treinta millones. Dilucidar hasta qué punto había persistido esta continuidad después de la era oligocénica, cuando se cerró la caverna, era algo que estaba, desde luego, más allá de cualquier conjetura.
En las montañas de la
locura. H. P. Lovecraft.
Pic by (People are) Strange. |
Me despedí
como un
triste que saca un pez del agua
Demasiado
intrigado y soberbio
no sé si llorar
es llover
me reí
Saqué de su
cama mi cuerpo
sonaba Suzanne
Sentí que
está vez
ni siquiera
Leonard sabía
qué hacer
cuando el mundo
es una
mujer que te marcha
con la
misma prisa
con la que
te quieres quedar
Estoy vivo
hace años
y sé que
las despedidas
dependen de
nubes
de olas
de copos de
nieve
de jardines
y estrellas
en granos
de arena
y de
perseguidos
que quieren
volver
porque no
quedan sitios
a donde
escapar
Me anidé en
ella
Yo no tenía
nido
Me bebí su
boca
Yo no tenía
nada que dar
tan solo la
sed del camino
a contracorriente
del río
Me probé
sus pulseras y las modelé
con la doble
intención de un esclavo
pero Ana había
defendido ser libre
y la
libertad no tiene posesiones
ni hace
prisioneros
Cuando me
abrió la puerta
era la
misma puerta
que aquel
día me abrió
para que una
noche entrara
Al salir
sombra y
vino
hicieron conmigo
torrente
que se
había secado
porque poco
moja
la necesidad
Después
ya se sabe
la calle
recibe a sus hijos
con dolor
de muela
y trabajo
Me sigo
habituando a seguir
deshabitado
y le regalé
mi chaqueta
la que me
había devuelto
al desconocernos
Cuando la
cruce al pasar
por el
mismo jardín
donde desayuna
estaré agradecido
Contento
por ver que
mi pena
no quemó la
tierra
en la que
sus plantas florecen
Fue un
encuentro y no más
pero qué
otra cosa
es mirar
bajo un
claro de luna
a una abeja
Omar Alej
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