Transitar por el camino que cruza.

—No creía en la mala suerte, y despreciaba al hombre que no tenía éxito. Pero después de la guerra ya pensaba de modo diferente. Ahora tengo una gran cantidad de amigos locos. Los llamo así, mis amigos locos.

Después de dejar al señor Mackenzie. Jean Rhys


Una vez que lo pensé

pacté

dejar que la emoción madure

Hacerlo con mimo

y jamás perpetrar

con el flujo

un ajuste de cuentas

Pero a veces

lo que tengo

por materia

no es más que vacío

El dolor siendo mío

 

Durante el domingo

a plena batalla

entre la mañana

y mis años

con la resaca en la cumbre

de mi montaña de mierda

Sentado

ocultando

esta duda de siempre

me atiborré con la culpa

de ser quien más me ha hecho daño

y ahí

incapaz de decir

que fuera el mundo el verdugo

vi caminar a una chica

que dijo llamarse Viri

mientras ponía a su perro

un cojín

de tela esmeralda

 

En compañía de mi hermano

mucho más bello que el frío

me desquité del café

que me sabía todavía

a la vida

que me rompí por los pies

y fui a donde estaba

En una tienda de objetos

de superchería

le pregunté si era triste

haber notado el detalle

que se tejía entre su pelo

y el aire

Me consoló amablemente

al no juzgarme

demasiado humano

para poder ser su amigo  

 

Nos volveremos a ver

será después de la misa de diez

que a Don Roberto celebra

Quizá

en realidad

idealizo los gestos amables

porque

de momento

no tengo otra cosa  

pero la tarde creció

Mutó a un estado de gracia

donde el ingenio soltó

la rienda al anhelo

para seguir el camino que cruza

Este sector de la ciudad

 

En un temerario

intercambio de iones

con El Niño grabamos

lo que será una trinchera

para quien quiera escuchar

que aun si nos quieren moldear

y aun si queremos moldearnos

no hay un molde que valga

para un pulso a dos voces

que se hablan de un adentro  

aun más grande que ellos

Omar Alej


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