Qué quisé ser de niño.
Tal vez tengamos más que ver con los que vivieron hace un milenio que con esos otros que de aquí a un siglo habitarán el planeta... Es ahora cuando el mundo se acaba, está en el ocaso lo que hace mil años apenas amanecía.
José Saramago. El ultimo cuaderno.
Felipe era
agreste
y gitano
de frente franco
con la piel
en blanco
de día y de
sombra
Tenía la
costumbre de no decir nada
cuando sonreía
había en
sus ojos el brote de algo
un fruto
recuerdo
de haber
ido al campo
Quería ser
un miura
quería ser
la luna muy cerca
a ras de la
tumba
de su
propio hermano
Llegó a ser
un grillo
en la noche
más larga
Los viejos no
olvidan
y escuchan
que ahora
es chirrido.
Lucrecia de
Gante
¡Qué nombre!
¡Qué porte!
Mitad una
estrella
y la otra
mitad
en granos
de arena
Si cierro
los ojos
al verla
parece
ser de
quien clonaron
a Mathilda
Lando
Habrá
cumplido su sueño
se dice que
es dueña
de una isla
en Francia
en la que
hace verano
Llegó a ser
la corona
de un
imperio propio
para no dar
cuentas
ni de quien
se desviste
ni de quien
se arropa.
Cruz
Esperanza
Marina
Y Leonardo
querían ser
algo
más grandes
Doctores, cineastas
marinos y
flores
A mí me
asustaban
eran una
fuerza contra toda duda
Se comprometían
a llegar a
ser
y hoy son
tripulantes
de su convicción
Además subrayan
que aún hay
quien no tuvo
tales ideales.
Yo jamás
fui astronauta
no compré
el Nautilus
en una
subasta romana
Sherlock
Holmes fue impensable
y para ser
Maradona
no tenía el
carisma
Si alguien
señaló mi futuro
solo supe
decir no lo sé
Nunca vi
para mí
nada mío
por lo que
fui cualquier cosa
nadie
Entonces y
acá
cuando uno
es cualquiera
además uno es
nadie.
No pensé en
ser poeta
que podría
ser fácil
un sufrir
por aquí
y un sufrir
por allá
Ya desde entonces
sabía
que tras
una palabra
uno cae del
revés
del que no
te levantas
Es verdad
que una vez
me soñé
contra la multitud
enfundado en
la piel de Mick Jagger;
pero desperté
y preferí
no pactar
con el diablo
que en
cuestiones de pactos
es el dios
de las trampas
En resumen diré
no sabía
qué ser y no fui.
De crecer conseguí
malvivir
ese modo
barato
de ejercer
el oficio del vivo;
pero ahora
ya sé que de niño
quería
trabajar
para Andreu
Buenafuente.
Omar Alej.
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