Ir limpios amigos.
Procede como Dios que
nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora…
¡Piu Avanti! Almafuerte
Las cosas iban como iban
muy malas
Las calles
fueron decoradas
con frases
del tipo
Llevo arena en los bolsillos
Las gafas
de sol cotizaban
como vuelta
a la estrella
que aun
brilla; pero
en realidad
lleva
muerta dos pueblos
Fue por eso
que accedí
a reparar mi
lavadora
Nada como
ese ruido
de placas
tectónicas
buscando
alimento
para
aliviar la ansiedad
Cuando la
gente
del mundo
desciende
al infierno;
pero mejor
recular
y decir
cuando el
infierno se inicia
porque la
gente del mundo...
si cruzas
el camino
de fogones
que delinea
la catástrofe
es muy
importante ir limpio
Una camisa
blanca
realmente
blanca
hace juego
a cualquier bozal
y es un
signo de entendimiento
del
desconcierto total
Todo esto
lo digo
por mera
repetición
antes lo
leí
en el espejo
del baño
de un
restaurante de autor;
pero no fue
por eso que accedí
a reparar mi
lavadora
Fue casi a
la fuerza
más bien un
atraco
La gente
insistió
Daba
desconfianza
que
vistiera
con las
mismas prendas
sucias y desgarbadas
Un sistema
de lavado
automático
me abriría un
mundo nuevo
La
sabiduría popular
jamás se equivoca
Sin ir más
lejos
ayer
todos mis
pantalones
con agua
tibia
lavé
Es
importante aclarar
que no los separo
por tela o color
lavo con
orden indistinto
no hacerlo así acarrea conflictos
de carácter
moral
y a las
nueve con cinco
de la
matina
como mucho
soporto
un amargo café
Por eso es
que ir limpios
amigos
es
indispensable
cuestión de
vida y de muerte
Porque el
ave al vuelo
Porque agua
y corriente e inclinación
a la vez hacen
río
Porque la
luna se llena
tras sus
cortinas de nubes…
me voy
quedando dormido
entonces mi
lavadora me avisa el final
del ciclo
de lavado
Ahora tengo
qué hacer
extiendo al
sol los cuadros
las sillas
la mesa
los libros
la televisión
la fruta el
jamón los licores
Limpios Dylan
y Cohen
y limpia la
cama
Todo luce limpísimo
No sé qué
pienso de usarlos
y ensuciarlos
de nuevo
con mis
garras humanas.
Omar Alej.
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