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“Uno pierde lo que pierde y recupera lo que
recupera” son palabras que forman una frase escrita en la esquina de la vieja
calle en la que viví hace más de 20 años. Esa pinta no estaba entonces. Es como
si los pocos visionarios que quedan estuvieran de espaldas sin poder ver
adelante.
Diario de un
MotoCircuito (2021).
Omar Alej.
Aquellos
patios con altos muros
y sombras largas
de geometría
que el
hormigón hacia picar.
Aquellas
tardes llegadas con hilos de voz
desde mi
infancia.
Aquellas
bancas de extraña esperanza.
Aquella
noche y la otra noche
y las 500
noches
¿Cómo lo
hice?
Aquella
esquina de los atracos
bajo
custodia de un policía.
Aquellos tragos
de antipatía
y esas
agruras al terminar de sentir
mis breves
triunfos.
Aquellas
horas esperando en una sala de espera,
Intentando reponerme
al día de mañana
en el que volvería
a estar ahí
¿Cómo lo
hice?
Me gustó el
niño famélico y roto,
podía meter
pena en medio de un festival de la risa.
Su mirada
era una mirada devuelta por el abismo
y se
extendía y alcanzaba el grito;
pero una
mañana ganó simpatía con eso.
Yo lo
insulté y embestí con enojo.
Quise hacer
justicia usando la mano de otros
que no
pedían nada.
¿Cómo lo
hice?
He pasado
veranos en un cuarto sin luz ni ventanas.
He apostado
estrellas que no cumplí en mis promesas.
Me he
dejado llevar por los ríos hasta florecer en desiertos
como si
fuera una chispa del sol y seguir sin llegar
repitiéndome
el discurso de la aguja en el pajar.
¿Cómo lo
hice?
Voy a
escribir esto hoy;
pero lo
terminaré mañana.
Omar Alej.
Comentarios
El azul de la tinta
me hace recordarte.
Escucho en susurros
una canción country
y, aquí estás.
Te debo palabras, muchas,
pero he encontrado que
la verdadera poesía
se borda en mis pensamientos
cuando hago las labores.
Ahí te converso de lo
que hay alrededor...
pájaros que canturrean a lo lejos,
las lagartijas hacen mover las hojas,
un cochecito se seca al sol
las gotas de lluvia de ayer.
El comerciante pasa por la calle
y esa ropa cuelga de un cuarto a mediohacer.
Lo que trato de narrarte
Soy yo haciéndome nada.
Me escurro entre las grietas de la quietud
para que las palabras hagan lo suyo,
su magia.
Y casi siempre, en este estado,
te encuentro a ti.
Mi tan odiado Calamaro,
Mi bellisimo Nick Cave oscuro
y agotado;
Mi corazón de caballero
que hace justas con la vida.
Mi frenético Charly y,
una camilla.
Mi intérprete Ferreiro
que 1999 canta como nadie.
Mi tesoro, cuando te las das de Chaplin.
Mi Sandman y Mi Fuego.
Mi compañero en varias vidas que
no son muchas ni tampoco pocas.
Existes sin mi,
tan omnipresente pero,
¿te puedo tocar?
¿hay una raíz tan profundamente
crecida que puedas llegar a sentir?
No lo sé en realidad
si ya quieres irte o yo no te suelto
y... tampoco importa.
Te encuentro aquí y,
estoy bien con ello.
310822
MM